martes, 9 de abril de 2019

Hay regalos que son insultos



Leo un artículo en El Correo de Andalucía que debería hacer reflexionar a aquellos que confunden la religión con la impostura. Álvaro Romero señala en “Las Vírgenes no quieren fajines”: “Se los ponen porque las Vírgenes no dicen nada; respetan con sus silencios la libertad de los hombres, pero todas esas Vírgenes obligadas a portar fajines de dictadores e incluso genocidas derraman una lágrima sucinta, puede que invisible, impotente, cuando cada Semana Santa las aprovechan determinados personajes para lucir sus prepotencias, sus influencias y sus dineros, todo lo cual no importa lo más mínimo a esas Vírgenes que se multiplican como los sentimientos infinitos para explicar a cámara lenta qué sintió la única Virgen de la que trata esta Semana Santa: María”. Todos recordamos cuando la imagen de la Macarena procesionaba con el fajín de Queipo de Llano (el militar  que se unió al golpe de Estado en 1936  y que sigue enterrado en esa iglesia con el apoyo de la Hermandad de la Macarena y de sus descendientes), por las calles de Sevilla. Por si eso fuese poco (leído en El Confidencial, 18/07/2017),  “el propio Franco, como escribió hace años el ya fallecido periodista sevillano Fernando Carrasco en ABC, tuvo una estrecha relación con la Semana Santa sevillana y hay símbolos y enseres en muchas procesiones que así lo atestiguan. Franco fue hermano mayor del Gran Poder, de la Macarena y del Santo Entierro”. Sigue diciendo Álvaro Romero que “las Vírgenes no quieren asfixiantes fajines comprados en el simbolismo doliente de quienes machacaron a los pobres, a los desgraciados, a los humildes, a los inocentes, porque todos ellos representan precisamente a su Hijo. Y es una burla, una paradoja, un contrasentido, un escándalo que determinadas Vírgenes tengan que aceptar regalos que nunca pidieron ni nunca soñaron ni nunca admitieron para rezar en una Semana que es Santa de señoras bien pagadas”. Se da la circunstancia que muy cerca de la iglesia de la Macarena existe un paredón (la “muralla de la Macarena”) donde fueron fusilados muchos españoles que respetaban la República  y la Constitución de 1931. Hay cosas intolerables. Ensalzar la figura de generales golpistas, como es el caso de Queipo de Llano, es una de ellas.

No hay comentarios: