martes, 30 de abril de 2019
Se acaba abril
lunes, 29 de abril de 2019
Y Rajoy en Horcher
En
el cronicón que hacía Rafael Halcón
el 2 de junio de 2018 en República de las
Ideas.com se contaba con fidelidad lo que ya se sabía. Resumo: el 31 de mayo
comenzaba el debate de la moción de censura contra Mariano Rajoy. En la bancada azul ya se sabía para entonces que el
PNV apoyaría a Sánchez. “Y el aún
presidente pronuncia un mal y agresivo discurso (sobre recortes de prensa
relativos a lo que había dicho Sánchez sobre los nacionalistas), pero sin
ningún efecto a su favor. Pero Rajoy se va a comer con su núcleo duro del
Gobierno a un céntrico restaurante de Madrid, donde no cesan de llegar llamadas
para que dimita Rajoy e impida la investidura de Sánchez. Rajoy hundido y
deprimido le pide a Cospedal que
anuncie que no dimite porque ‘la aritmética’ de los votos del Congreso le
impedirá al PP volver a gobernar, lo que era del todo cierto. Y Cospedal añade
que no se sabe si Rajoy continuará al frente del PP, mientras el Presidente no
regresa a su escaño en el Congreso y pasa la tarde en el restaurante tomando
copas hasta las 9 de la noche, mientras en Moncloa y los ministerios comienza
el desalojo de los equipos del PP, ante la inminente llegada de Pedro Sánchez”. En el escaño vacío por la ausencia de Rajoy
estaba el bolso de Soraya Sáenz de
Santamaría. Era el fin de la hegemonía del PP. A ese partido político se le
caían los palos del sombrajo por culpa de la vergonzosa corrupción. “El
debate continúa en el Congreso con las intervenciones de Iglesias, quien denuncia la ausencia de Rajoy, y un Rivera desconcertado que se disfraza de
patriota y se pone al lado de la corrupción del hundido Rajoy”. El 1 de junio
se ponía fin al debate. “Aguerrido
discurso contra Sánchez y Rivera del portavoz del PP Rafael Hernando que se postula como candidato a la sucesión de
Rajoy en la que ya están pensando Santamaría, Feijóo y Cospedal. Y por fin, a última hora de la mañana y acabado
ya el debate, Rajoy entra en el Hemiciclo, reconoce la derrota y felicita a
Sánchez mientras dice que deja tras de sí ‘una España mejor de la que
encontró’. Y Sánchez aclamado por los suyos
posa ante los fotógrafos como vencedor”. A Rajoy le perdió la soberbia. Fin del cronicón. Y toda la derecha se le echa
encima al nuevo Gobierno (el PSOE sólo tiene 84 escaños) y comienza a
escribirse sobre el Gobierno Frankenstein,
el okupa de la Moncloa, las críticas
a los viajes en Falcon, etcétera, etcétera. Y Felipe González, Alfonso
Guerra, Corcuera y toda la troupe de “socialistas amortizados” que habían
apoyado a Susana Díaz con uñas y
dientes y que perdieron su apuesta ante Sánchez para la Secretaría General, insisten
en “hacerle la pinza” en los medios donde les preguntan. Corcuera aparece un
día sí y otro también en la cadena televisiva de la Conferencia Episcopal y le dejan que suelte carrete. Y así llegamos
al 28 de abril. Elecciones generales y triunfo del PSOE con casi siete millones
y medio de votos favorables (gana 38 escaños y consigue 123 diputados),
mientras que el PP (que pierde 71 escaños) casi sufre el sorpasso de Ciudadanos, que gana 25. Pero Casado dice que sólo lleva 9 meses al mando de su equipo y que él
seguirá como jefe de la Oposición. Vox, finalmente, entra en la Cámara con 24
escaños. ¿Y el Senado? Más de lo mismo. El PP, que tenía mayoría absoluta, baja
de 130 senadores, a 56 y el PSOE sube de 43 senadores a 121. Ahora tocan los
pactos. PSOE + CS sumarían 180; PSOE+ UP
y no independentistas sumarían 175; y PSOE+UP+ independentistas sumarían 199. Pero Rajoy no está nada apenado con esos
resultados. Esta mañana ha estado comiendo con un amigo en Horcher, uno de los mejores restaurantes de Madrid. Y se le veía contento
y feliz, como dando a entender a los fotógrafos que le esperaban a la salida de
ese restaurante de postín que cada palo debe aguantar su vela. Maquiavélico
hasta la grosería.
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