miércoles, 6 de julio de 2011

Juan Karlos, alcalde


Juan Karlos Izaguirre, actual alcalde de San Sebastián, es un saco de sorpresas. Nada más llegar al Ayuntamiento, lo primero que hizo fue quitar de en medio el retrato del Rey que presidía la Sala de Plenos. Ahora ha comentado que pedirá un informe jurídico para saber si tal retirada es o no es legal. Hombre, no sé, pero lo normal en cualquier Estado de derecho es que el retrato del jefe del Estado esté presente, tanto en las instituciones como en los organismos dependientes de éstas. Lo mismo puede decirse de la bandera. Pero Juan Karlos entiende que el retrato de don Juan Carlos expuesto en esa Sala de Plenos, hasta la llegada de Bildu como un elefante en una cacharrería, es de la época de cuando era Príncipe de España. ¡Chupa del frasco! Si esa es la causa, la solución es sencilla. Se coloca un retrato actualizado del monarca y punto en boca. Se le puede poner con barba, con muletas, vestido de capitán general, de sport a bordo del Fortuna… ¡Será por retratos! Lo que le sucede al tal Juan Karlos Izaguirre es que entiende que el Rey “no es un símbolo que represente a la mayoría de los donostiarras”. El alcalde Juan Karlos debería saber que la relación del Rey con San Sebastián se remite a sus años de estudiante; que el palacio Miramar acogió a don Juan Carlos cuando aún era un niño; y que fue en plena bahía y a bordo del Azor donde Juan de Borbón pidió a Franco en agosto de 1948 que permitiera a su hijo estudiar en España. Me alegro como español de que en 2016 San Sebastián se convierta en Capital Cultural Europea. La bella ciudad de San Sebastián que gobierna Juan Karlos Izaguirre se lo merece por bonita. Pero al nuevo alcalde de Bildu desearía, si es que pudiese hacerlo, susurrarle al oído algo que no debe olvidar nunca: que incluso en apuestas separatistas, como la de Companys en 1934, no se abandonó la idea de España. De otra idea de España, sin duda, pero de España.

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