En "La palangana", José Luis Alvite escribía días pasados que si la prostitución fuese moralmente tan reprobable, las casas de citas no estarían tan cerca de las catedrales". Efectivamente, sucede en Lugo, junto a las murallas; en León en el Barrio Húmedo; en Sevilla, próximo a la Giralda... Con el agua de las palanganas han plastificado muchas ideas los obispos. Por estos pagos, casi todos los actos de Estado comienzan en una catedral y con una misa, de esas que duran mucho rato, donde en las homilías se intentan producir sensaciones inquietantes por parte del oficiante. Ahora, cuando la palabra crisis se ha convertido en una especie de hombre del saco, habla Ratzinger, con su cabeza cuadrada de alemán, y señala que la función del matrimonio consiste en tener muchos hijos, permitiendo utilizar únicamente el método Ogino como anticonceptivo. Y escribe Luis María Anson en el periódico de su presidencia, que el mejor político de la Transición fue Felipe González. Si eso es tal como él señala, ¿por qué se le intentó derribar un día sí y otro también desde las páginas de ABC? Y también, para no ser menos, hablan los políticos. Como señalaba Ignacio Camacho el pasado viernes en su artículo "Las profecías de Pangloss", "cada vez que hablan no es que suba el pan, es que sube el paro, que es peor".Con el agua sucia de las palanganas se plastifica también el manejo del engaño.
A Ratzinger, por ejemplo, debería comentarle Paloma Gómez Borrero, cuando viajan a esos mundos de Dios, que ya le han dado el premio Ig Nobel a un investigador que descubrió que la Coca Cola destruye los espermatozoides. Se trata de Deborah Anderson, del Boston University Medical Center, y de su equipo de colaboradores. Por tan convincente descubrimiento, nada de metodo Ogino, que está más anticuado que el paletó. De ahora en adelante, en las iglesias, todos los domingos y fiestas de guardar habrá que invitar a los feligreses a tomar un vaso espermicida de ese refresco con cafeína y, a ser posible, con un chorrito de ron Cacique. Se corre el riesgo de que, en vez del Tantum ergo, se cante el Asturias, patria querida. Es necesario hacer las misas divertidas para no acordarse de la madre de Rouco, que es es el mandamás de la Conferencia Episcopal y el dueño del cotarro. También de la palangana.
No hay comentarios:
Publicar un comentario