jueves, 28 de abril de 2011

A grandes males...


Leo por ahí: “Elena Salgado, ha reiterado su voluntad de que las comunidades autónomas que no cumplan los objetivos de déficit de España no podrán endeudarse emitiendo deuda pública, tal como acordó el miércoles el Consejo de Política Fiscal y Financiera, en el que están representadas todas las autonomías”. Pero el Estado sí puede. Y Cataluña sí pudo. A ver, Salgado, si determinadas autonomías pretenden emitir deuda es precisamente por no haber sabido reducir su déficit y, en consecuencia, necesitan en préstamo dinero ajeno para poder continuar respirando. ¿Tan difícil es de entender? Veremos a ver, expresión que copio de Antonio Burgos de su “Fuente de los Cagones”, con qué argumentos serios se les puede negar a las 17 Comunidades Autónomas, (y lo escribo con mayúsculas porque el conjunto de todas ellas conforman el Estado) la misma medicina que aplica Rodríguez Zapatero desde el Gobierno central para idéntica enfermedad. Ayer comentaba en mi post “El nuevo chollo do fume”, a propósito del tremendo contrabando de tabaco que se está produciendo en España, que la previsión de 780 millones por el aumento del gravamen se iba a quedar en agua de borrajas, o en la recaudación de ese “cepillo para el culto” que hay en las parroquias. La reciente incautación en Alcalá de Guadaíra y en Dos Hermanas de 5.800 cajetillas de tabaco, además de probar lo que afirmo, sólo es la punta del iceberg de la que se nos viene encima con las mafias gallegas. También, en mi post de ayer consideraba que Rodríguez Zapatero sienta en el Consejo de Ministros a un bumerán en forma de ministra de Economía que confunde los orzuelos con los defectos de paisaje. Pasó de la cartera de Sanidad a la de Economía como podría haber pasado a mandar en un submarino nuclear. O sea, se me antoja que esta ministra sirve igual para un roto que para un descosido y es capaz de planchar un huevo frito o de freír una corbata. Veremos a ver, querido Burgos, veremos a ver…

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