jueves, 23 de julio de 2009

VIVA EL RUMBO

Rita Barberá ha dicho que “todos los políticos reciben regalos”. A Manuel Fraga le parece “muy ponderado” el viaje a Gibraltar de Moratinos. La CEOE rechaza la última oferta del Gobierno. La ministra Corredor quiere que los bancos presten dinero en el Plan de Vivienda.Algunos todavía no se creen que el hombre pisó la Luna hace cuarenta años y, por último, la alcaldesa de La Muela ya está en la calle. Vamos a ver: Rita Barberá ha recibido regalos. Si, en efecto, hay políticos que reciben regalos, pero algunos los devuelven. Ella, no. Esa es la diferencia. Manuel Fraga está demostrando a los de su partido que con la edad puede decir lo que le venga en gana, de Gibraltar, de Guinea, de Cuba y del resto de las posesiones de ultramar, de las que creo que sólo nos queda la isla de Perejil. La veteranía es un grado. La CEOE lo que ansía es pagar poco a la Seguridad Social, que exista el despido libre, y que una ley, no sé cuál, haga una amnistía fiscal de las fetén, o sea, de las de borrón y cuenta nueva. ¡Vaya cojonazos! Los incrédulos, aquellos que no creen que el hombre haya pisado la Luna hace cuarenta años, están en su derecho de no crer en nada. ¿Se acuerdan de la primera guerra de Irak y de los pobres cormoranes? La ministra Corredor, que me parece que es registradora de la Propiedad como Rajoy, lo tiene claro. Los bancos sólo darán facilidades mil a aquellos españolitos que adquieran alguna de las viviendas que poseen como consecuencia de los embargos. Al resto de los mortales, ni agua. Lo del caso “Molinos” es otra cosa. La alcaldesa ya ha salido de la cárcel después de haber pagado 800.000 euros. Se le acusa de muchas cosas. No importa. Lo primero que ha hecho es subirse a un quad y dar vueltas por el pueblo, naturalmente sin casco. No respetar el Código de la Circulación es para ella sólo una minucia. Y si hay que pagar alguna multa de tráfico, se paga. ¡Será por dinero...¡

1 comentario:

Oroel dijo...

Me gusta tu blog. Un poco descreído y tal, pero es que tampoco hay motivos para el optimismo ni el entusiasmo. Comparto tu descreimiento.