lunes, 19 de julio de 2010
Ni está ni se le espera
Ahora, cuando la Fiscalía del Supremo decide archivar todas las investigaciones sobre el “caso Bono”, éste comunica a la prensa que se separa de Ana Rodríguez. Zapatero también se distancia de la UGT de Rodiezmo. Este año no irá a la fiesta minera. Sobre la separación de José Bono y Ana Rodríguez se escribirá en las revistas del corazón y se hablara largo y tendido en los programas televisivos de la bragueta. Zapatero, en cambio, pasará a ser el Ausente. Como los actores de reparto en las funciones de teatro, teme que allí le abucheen y le lancen tomates los sindicalistas. Me viene al recuerdo ahora, no sé por qué, un chat de Oshidori, de hace mucho tiempo, que contaba: “Cuando mozo, solía acudir junto a las puertas del Teatro Principal -creo que estaba allí el Banco Ibérico- con el fin de conseguir una entrada de "cla" para asistir a la representación de la obra de turno. Allí, un andoba con puro (o sólo era "farias", que no distinguía yo entonces) nos vendía la entrada de gallinero a mitad de precio con la única obligación de aplaudir a la indicación de un propio que ocupaba una localidad estratégica. Zapatero se ha quedado sin la “cla” y está perdiendo terreno político a chorros. Los socialistas catalanes se encuentran ahora en la tesitura de elegir entre apoyar el texto del PSOE o el del Gobierno tripartito. La “posible solución parlamentaria conjunta” contra el acuerdo adoptado por el Tribunal Constitucional respecto al Estatut, no termina de convencer a sus apoyos de gobierno. A Artur Mas le gustaría que, de no poderse conservar en el preámbulo la palabra nación para Cataluña, se cambiase la Constitución. El presidente Zapatero tiene a la vuelta de la esquina; o sea, este otoño, la amenaza de huelga general y la sombra negra de los Presupuestos para 2011, dos pablorromeros astifinos de muy difícil manejo. Es ahí donde le duele. No se puede tapar la boca a quienes se sienten nación ni a la legión de parados que demandan empleo ni a los jubilados que ven cómo se achica su poder adquisitivo. Los créditos morosos ya superan los 100.000 millones y el PSOE, ante el desbordamiento del caudal de sus problemas, propone a IU ampliar el cobro de los 426 euros a los parados de larga duración por otros seis meses. ¿Cuántas prórrogas quedan por delante? El Gobierno puede cambiar todas las leyes que desee. Tiene el BOE en sus manos. Pero el ciudadano se cansa de esperar soluciones a sus problemas. Y el llamado “bloque de progreso” ni está ni se le espera.
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