Todo pasa y todo llega. Se acabó
mirar el erial y ahora toca esperar a que aparezcan los brotes verdes. Los de
las “verdes campiñas” de aquella canción de nuestra juventud perdida para
siempre y que cantaba el catalán José Guardiola y los Blue Diamonds del
pegadizo “Ramona”. Pero los seis millones de parados siguen ahí impertérritos
esperando que aparezca un maná en forma de trabajo-basura que no termina de
llegar. Y yo con estos pelos y en bata de guatiné mirando por la ventana. Se
quejaban los mileuristas de que eran eso, mileuristas. ¡Que más quisieran ellos
que ser mileuristas! En Aragón, Rudi, la de los ojos saltones que parece
llegada de otro mundo, “apuesta por la recuperación y pide profundizar en la
realidad de la Corona
de Aragón”, al menos eso dice el Heraldo, y Rubalcaba –también lo señala ese
diario- confía en que en 2014 se confirme el cambio de tendencia hacia el PSOE.
¿Qué es eso de la realidad de la
Corona de Aragón? Joder, con qué nos sale ahora esta
sinsorga. Rubalcaba lo tiene claro: seguir en la mata hasta el próximo
congreso, cuando aparezca en escena la andaluza Susanita, la del ratón chiquitín
con sus frases-papilla y con esa supuesta alternativa de gobierno en el reinado
del Marqués de Carabás y del Gato con Botas. El tope máximo que los
pensionistas pagan por sus medicinas subirá un 1’5% en una comunidad, la de
Aragón, que es una de las cinco que incumple el objetivo de déficit. Este nuevo
año, 2014, será el año turístico a Portugal, para que puedan abortar las
mujeres españolas que así lo deseen dentro de los plazos. “Lisboa antigua
reposa/ llena de encanto y belleza/ que fuiste hermosa al sonreír/ y al
decir…tan airosa. / El velo de la nostalgia/cubre tu rostro/ de linda
princesa”. Ha aparecido en escena Gallardón, que es el brote verde de su
padre, y quietos paraos. Nos hemos quedado sin Eurovegas, y sin los juegos
olímpicos del 2020 pero aquí no passssa nada. Y si pasa, ¿qué pasa? A todos les
ha dado por la cocina y el Cortinglés ya vende ropa de cocinero de lo más
hortera y para todos los gustos. “Camarero señor, / que hay para hoy”. El
alemán Karlos Zölner, que compuso la canción original, “Der Speis ezzetel”, fue
interpretada más tarde por la Coral
del Ensanche dirigida por Miguel Arregui Trecet, que por aquel entonces (1927)
tocaba el piano, no como lo hacen los políticos de ahora sino como lo hacía el
polaco Chopín, en el Café Iruña, fundado por Severo Unzue en 1903; es decir,
hace ahora 110 años. La canción se escribió en la mesa de la cocina de la
cafetería de la calle Berástegui: “Solomillo asado/con patatas fritas/ sesos
huecos, hígado, liebre, chateaubriand”. Se presentó en público en el
Kiosco del Arenal, el primer domingo de la Semana Grande bilbaína, es
decir, el 19 de agosto de 1928. Pero a lo que iba, se acaba el año y noto como
un frío en la espalda que no lo templa ni la sidra “El Gaitero”, famosa en el
mundo entero. Me da que aquí no se salva ni dios: “Frito de espinacas, /
berenjenas fritas, habichuelas/ fríjoles y tortilla al ron”. Feliz año.
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