domingo, 22 de junio de 2025

Miedo al miedo

 

 

 A mi entender, Felipe VI se equivoca pidiendo más defensa armamentística en Europa frente al rechazo de Sánchez a incrementar el presupuesto en "ese club de burócratas" hasta el 5% del PIB como  anteayer ha sugerido en Brujas. El monarca, que tiene la vida solucionada por el esfuerzo de todos los ciudadanos debería dejarse de “borbonadas”, pensar antes de hablar y tratar de ser consciente de que cada punto añadido equivale a unos 13.000 millones de euros;  y que, por tanto, ese 5% que él sugiere equivale a 80.000 millones, o sea, la  mitad de lo que cuesta el pago de las pensiones. El monarca, que debe su puesto de jefe del Estado a su padre, y que éste, su padre, fue designado como sucesor a dedo por Franco, no debería meterse en asuntos que atañen a la política española y al presidente del Gobierno. El rey reina pero no gobierna. La Constitución Española de 1978 dejó claro en su artículo 68 que el rey es el jefe supremo de las Fuerzas Armadas y que, en consecuencia, posee la más alta autoridad y responsabilidad sobre los ejércitos del país, y que todos los demás integrantes de las FAS deben obedecerle. Nada que objetar al respecto. Pero hay que dejar bien claro que su mando es honorífico, que las FAS dependen directamente del Ministerio de Defensa y que, por tanto, que la responsable de la cartera de Defensa es Margarita Robles, encargada de supervisar y controlar las FAS  y todas su dependencias, ente las que se encuentran el Centro Nacional de Inteligencia, la Unidad Militar de Emergencias,  el Estado Mayor de la Defensa y la Agencia Espacial Española.  Dicho eso, bueno sería que el rey fuese consciente de que el esfuerzo armamentístico con respecto a la OTAN  que hace España (con una aportación máxima prevista del 2,1%) representa para todos los contribuyentes un tremendo esfuerzo por muy apremiante que el rey considere esa necesidad,  tal y como señaló ayer, viernes, en la ceremonia de clausura del septuagésimo quinto curso académico del Colegio de Europa. A mi entender, el rey no está bien asesorado. Cada país miembro de la OTAN debería hacer frente a la carrera armamentística en función de sus posibilidades, pasando por alto los cantos de sirena de Trump, ese energúmeno que solo piensa en enriquecer a sus amigos y a un rol de corifeos de baja estofa que le ríe sus constantes desatinos.  El miedo solo conduce al pánico y no debemos protegernos del horror mediante la angustia, que tiene un inequívoco vínculo con la expectativa, como señaló Freud antes de que el actual monarca español naciese para tranquilidad de los monárquicos, entre los que no me encuentro. Pero el que quiera saber, que vaya a Salamanca.


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