martes, 14 de octubre de 2014

El "martirio" de Spottorno





Hoy, 14 de octubre, se conmemora la Virgen del Martirio, patrona de Ugíjar, que es una talla de madera a la que los moriscos de La Alpujarra, si hacemos caso a Pedro Antonio de Alarcón que era accitano de nación, quemaron, golpearon con un hacha, arrastraron por el suelo con un caballo y usaron como puente para cruzar una acequia. Mas tarde la tiraron a un pozo y de allí fue rescatada tiempo después. Antes de ello, en la Colegiata de Uxixar (Ugíjar) habían sido degollados el abad, seis canónigos, el alcalde y doscientos treinta y dos cristianos. Gerald Brennan, en “Al sur de Granada”, le dedica un capítulo. En “La Alpujarra: sesenta leguas a caballo precedidas de seis en diligencia”  (1873) cuenta Alarcón:
“Aben Humeya, que lo supo, y como gran amigo del abad y de otros cristianos de Ugíjar, viendo el peligro en el que se hallaban montó a caballo en Válor y corrió aceleradamente en su defensa…”. Pero cuando llegó todo era tarde. (…) Aben Humeya lloraba piadosamente”.
Martirio, en su segunda acepción académica significa “sufrimiento físico o psicológico intenso” por mantener unas ideas o porque te hacen daño los zapatos. Un conocido mío se pasó todo el día sufriendo un martirio intenso por un dolor de pies. Le habían invitado a una boda, estrenó zapatos y esas cosas pasan. Pero en el caso de ese conocido mío el atroz sufrimiento fue debido a que en la tienda no le había quitado los cartones que ponían dentro de los zapatos para que la piel no se arrugase. De la misma manera, mientras la Fiscalía Anticorrupción se oponía a la investigación de Cristina de Borbón sobre la empresa Aizoon, Rafael Spottorno, entonces jefe de la Casa del Rey, manifestó a los medios que tal caso de corrupción era un “martirio” para la Corona. Hace pocos días sabíamos que Spottorno había dirigido la Fundación Caja Madrid y que con su tarjeta opaca había dispuesto de 223.900 euros (en unos tiempos en los que Caja Madrid, al igual que hicieron otras cajas de ahorro, “engañaba” a amas de casa y jubilados con poca cultura financiera con las famosas “preferentes” ), según el extracto que maneja el juez Fernández Andreu. Para ellos sí que está siendo el martirio. Por si alguien tiene dudas, traslado a esta página lo que contaban Reyes Rincón y otros tres periodistas en El País sobre Spottorno el pasado 10 de octubre:
“Utilizó la tarjeta negra de Caja Madrid para gastos personales de lo más variado, desde cuotas de un gimnasio a ropa en tiendas de lujo, productos culturales en la FNAC, zapaterías, artículos de ferretería y viajes. El cargo más cuantioso es de 6.375 euros en ropa de la sastrería Yusti, el 12 de enero de 2007. En la misma tienda, fundada en 1914, y en la que figuran siete cargos, el dimitido asesor privado de Felipe VI y jefe de la Casa con Juan Carlos I gastó otros 3.125 euros en noviembre de 2009 con la tarjeta opaca de gastos de Caja Madrid. Otra compra llamativa es la de los 1.986 euros gastados el 26 de septiembre de 2009 en la cadena MH010, de la que hay al menos tres cargos superiores a 1.000 euros. También figuran 1.785 euros en la mueblería de antigüedades Tekclassic o los 1.249 euros en una tienda Apple en mayo de 2008. Spottorno gastó un total de 23.617 euros en El Corte Inglés, tanto en el centro comercial como en la agencia de viajes. El exjefe de la Casa del Rey gastó también en el periodo de uso de la tarjeta fantasma 4.748 euros en gasolina, la mayoría en la misma estación del centro de Madrid. Con este medio de pago, el antiguo responsable de La Zarzuela y presidente de la Fundación Caja Madrid, abonó compras en supermercados de toda gama, desde el Mercadona al Supersol pasando por Supermercados Novocenter, donde hay decenas de cargos de escasa cuantía, aunque en el Hipercor gastó 1.749 euros. También figuran 15 cargos en la FNAC de Callao de entre 375 y 390 euros. Las retiradas de efectivo de Spottorno también son cuantiosas: en los extractos figuran 97 disposiciones de 500 y 600 euros que suman 51.800 euros. En restaurantes, Spottorno abonó 23.887 euros, de los cuales 10.770 euros eran establecimientos de 4 y 5 tenedores como Horcher, La Trainera, Zalacaín y, sobre todo Jockey. Entre otros gastos personales pagados con las tarjetas black figuran 2.938 euros en el gimnasio BeWell”.
Sobran comentarios. Si esa es la persona en la que confió Juan Carlos I vamos listos. El  pasado 4 de enero el diario “El Universal”, de Caracas, se hacía eco de unas declaraciones de Spottorno en “Audiencia Abierta” de Televisión Española. Entre otras cosas, dijo Spottorno: “El rey Juan Carlos ejerce un papel moderador para contribuir a superar las tensiones derivadas de una crisis económica ‘muy aguda’, que ha producido entre los españoles ‘desánimo, desaliento y en muchas ocasiones reacciones de rechazo”. ¿Cabe más cinismo? Yo creo que no.

lunes, 13 de octubre de 2014

Pinceladas aragonesas





Por Santiago Parra de Mas me entero de que el primero que documenta la  tortilla de patata es Ramón de Mesonero Romanos en “Memorias de un sesentón, natural y vecino de Madrid”, plato que se daba en la montaña baja de Navarra aunque con un toque de tomate. Se atribuye a Zumalacárregui, quien la inventaría en una jornada de hambre en una posada navarra. La tortilla “a la española” es con cebolla. Al menos eso escribe Parra en su trabajo “Fondas, hoteles y banquetes en la Zaragoza del siglo XIX” (Cuadernos de Aragón. Cuaderno número 38. Institución “Fernando el Católico”). Y por Francisco Bentué Sauras me enteré no hace mucho, también, de otro trabajo: “La confitería-pastelería en general y las desaparecidas zaragozanas” (Cuaderno número 42 de esa misma Institución), con ocasión de su ingreso en la Academia Aragonesa de Gastronomía. Pues bien, por Santiago Parra conozco el menú de un banquete organizado durante la Exposición de 1908, concretamente el 9 de agosto, por un grupo de amigos del barrio de San Pablo en la “Posada de las Almas”:
“Judías con chorizo y orejas de cerdo, pollos a la chilindrón, abadejo en ajo arriero, magras de Illueca, melocotón en vino con azúcar y canela, tortas de Cariñena, almendras turradas. Vinos: tinto de los Padres Escolapios. Pan: dobleros del año ocho blandicos. Aguardiente balarasa (sic) al estilo del que fabricaba el tío cartujo en la calle Predicadores. A los postres, rondalla”.
La “Posada de las Almas”, en el número 22 de la calle de San Pablo, si hacemos caso a José Blasco Ijazo, se fundó el 3 de enero de 1705. Benito Pérez Galdós la cita en Los Ayacuchos (“Episodios Nacionales”), que sitúa la acción en 1843. Según Agustín Sánchez Vidal, en sus interiores se reveló el trabajo de uno de los primeros primer films españoles: “Salida de la misa de doce en el Pilar” (12’40 metros de película y 651 fotogramas, que totalizan un minuto de duración) dirigido por Eduardo Jimeno Correas en 1896. Poco antes había rodado “Unas maniobras del ejército junto al Ebro”, malogrado por falta de luz.




sábado, 11 de octubre de 2014

No hay excusas que valgan





Hay quien ya ha comparado el baño de Fraga en Palomares con la llegada de Rajoy al Hospital Carlos III. La derecha, “acojonada y cobarde”, en palabras del general Manuel Fernández-Monzón, suele tener esos arrojos de estupidez sin que los ciudadanos se los pidan. Manuel Fraga se bañó en el Mediterráneo el 8 de marzo de 1966 junto al entonces embajador americano Angier Biddle Duke, y aquel “arranque de valentía” consiguió que los españoles pudiésemos dormir más tranquilos gracias a nuestra ignorancia sobre el peligro que supuso la caída al mar cuatro bombas termonucleares dos meses antes, el día de san Antón. Franco fue un auténtico insensato permitiendo esos vuelos de aviones americanos en territorio español, independientemente de los Acuerdos Bilaterales. ¿Cuántos peligros habremos corrido durante la dictadura? Casi nadie lo sabe. Y casi todos los que lo sabían ya están muertos. Esas cosas se sabrán, aunque lo dudo mucho, el día en el que se desclasifiquen documentos del régimen anterior.  Han pasado desde entonces 48 años y, a Manuel Fraga, Cuevas Almanzora, donde pertenece la pedanía de Palomares, le va a dar nombre a una calle, pese a que el peligro sigue en aumento. El plutonio esparcido por la zona se está descomponiendo en otro elemento, el americio, que es aún más peligroso. El americio es mucho más volátil y emisor de rayos gamma. En febrero de aquel año apareció en escena un nuevo personaje, Francisco Simó Orts, más conocido como Paco el de la bomba, que era un pescador de Águilas que sabía dónde había caído el artefacto. Finalmente, el 7 de abril la bomba emergía y era izada a uno de los barcos de la “Task force”. Lo de Rajoy es distinto. Ayer por la tarde aparecía en la puerta del Hospital y era recibido por el presidente de la Comunidad de Madrid, Ignacio González. No le acompañaba la ministra Mato, a la que la vicepresidenta del Gobierno, Sáenz de Santamaría, le ha quitado protagonismo al hacerse cargo de la enrarecida situación creada. Hay muchos nervios entre el personal sanitario y mucha angustia entre la ciudadanía. Al marcharse Rajoy y González fueron despedidos entre pitos, abucheos, insultos y guantes de látex lanzados por los sanitarios presentes sobre los coches oficiales. Salieron tarifando de allí como Cagancho en Almagro. Allí no se encontraba bomba alguna ni había que utilizar el meyba, sino la triste figura de la auxiliar de Enfermería Teresa Romero, enferma de ébola y a la que toda la clase política, incluido el impresentable JR (Javier Rodríguez), han pretendido echarle la culpa de su desgraciada situación. A muchos ciudadanos nos parece una insensatez que se pudiera traer a esos dos misioneros, Manuel García Viejo y Miguel Pajares, en estado terminal sin tener en Madrid (en este caso en el Hospital Carlos III) un centro sanitario adecuado para poder atajar este tipo de enfermedades. También parece irracional el sacrificio del perro. Antes de la primera repatriación, declaró Rajoy que le habia contado a Felipe VI durante un despacho de Estado que “era una decisión política, no médica. Los técnicos sólo ayudaron”. Según la médico Carmen Robledo, “Rajoy y Mato decidieron jugar a la ruleta rusa con vidas ajenas”. El resultado fue el que todos conocemos. Si el Rey estaba enterado y Rajoy y Mato estaban conformes con las repatriaciones de ambos misioneros, como así se hizo, ¿quiénes trajeron el ébola a España? Blanco y en botella.

jueves, 9 de octubre de 2014

¿España?, bien, gracias





No sé por qué tanto alboroto con la aparición de ébola en Madrid cuando a lo que verdaderamente hay que temer es a la caída de ramas y de árboles. Pasear por El Retiro sin casco protector tiene más peligro que observar a Aznar haciendo footing. De momento ya hay dos muertos y otros dos heridos por causa de la floresta. Ana Mato está en política como podría estar de dependienta en una mercería de barrio y Ana Botella es alcaldesa de Madrid sin que nadie la haya elegido. Aquí se trae a dos frailes de la orden de los Hospitalarios de San Juan de Dios a morir en España en sendos aviones medicalizados, cuyo coste todavía nadie desde el Gobierno ha cuantificado, al tiempo que se niega el suministro de “sovaldi” a los enfermos de hepatitis C por su alto precio. A mí, personalmente, me hubiese gustado que los costes de tales repatriaciones hubiesen corrido por cuenta de esa orden religiosa, que  mantiene 13 millones de euros a través de una sicav y  un abultado fondo del Banco de Santander. Pero no, aquí todo lo paga el ciudadano por la vía de impuestos. Rajoy ya ha conseguido que en el resto del mundo se hable de España, aunque sea para mal. Pero respiramos, eso sí, más tranquilos una vez conocido que se ha desarticulado la banda de Blesa. Como suele ocurrir en estos casos, el que la hace, la paga, pero en este país el que la está pagando es el juez Elpidio Silva, que ha sido condenado a más de 17 años de inhabilitación por delito de prevaricación en las encarcelaciones del expresidente de Caja Madrid. A Blesa se le estaba investigando por el crédito de 26 millones de euros concedido a Gerardo Díaz Ferrán y por la compra del City National Bank de Florida. ¡Minucias! Y por ahí anda tan campante el del safari y los vinos más galán que Mingo. ¿También tú, Spottorno? Ahora que tenga cuidado el juez Fernández Andreu, que aquí ya se sabe, cuando hay un accidente de trenes o derroches de mágicas tarjetas, la culpa siempre será para el maquinista o para un señor de gabardina y paraguas que pasaba por allí. Cajamadrid ha costado a los españoles hasta el momento más de 24.000 millones de euros, el equivalente a cuatro billones de las antiguas pesetas. ¿Se han depurado responsabilidades? ¿Están Fernández Ordóñez, Blesa y Rato en la cárcel? No me consta.

miércoles, 8 de octubre de 2014

Franco con aureola





Miércoles, 8 de octubre, san Demetrio de Tesalónica. La tradición le representa como un soldado al que mataron a golpes de lanza a la manera que se practica ahora con el toro de la vega en Tordesillas, para consternación del común de los ciudadanos de este país ante semejante barbarie. En Tesalónica se celebra su fiesta el 26 de octubre, día en el que se le menciona en todos los Sinaxarios Bizantinos y en el Martirologio Romano, pero el Martirologio Siríaco (Breviarium Syriacum) lo conmemora hoy, día 8 y por ello lo señalo. Del Martirologio Siríaco existe un viejo ejemplar en el Museo Británico (Add. 12150) que contiene un largo calendario escrito en Edesa en el año 411. El título que lleva es: “Los nombres de nuestros señores los mártires y vencedores y  de sus día en los que adquirieron las coronas”. Y hoy me entero de que la iglesia del Palmar de Troya, en Utrera (Sevilla), ha incluido en su fachada doce esculturas, entre las que se encuentra la de Francisco Franco, vestido de militar y con una aureola dorada, sea, ese circulo luminosos en la cabeza que es la forma de representar en los santos  la energia kundalini (que en  sánscrito significa el poder de la serpiente), que nace en la zona perineal y sube por la columna por sistema nervioso central hasta concentrarse en la base superior trasera del cerebro, en el colodrillo. Es la “Llama de amor viva”, como ese poema de cuatro estrofas de seis versos en estructura de lira ( es decir, dos versos de siete sílabas combinados con uno de once sílabas, con una rima consonante) que escribió san Juan de la Cruz a petición de Ana de Peñalosa en el convento de los Mártires de Granada: “¡Oh llama de amor viva/ que tiernamente hieres/ de mi alma en el más profundo centro!/ Pues ya no eres esquiva/ acaba ya si quieres, / ¡rompe la tela de este dulce encuentro!”. Ahora se quieren cargar al perro Excalibur. El responsable de la  Consejería de Sanidad de la  Comunidad de Madrid, Javier Rodríguez, entiende, o eso parece, que muerto el perro, se acabó el ébola. ¡Hace falta ser cretino! Y Ana Mato no dimitió cuando su nombre apareció en los papeles de Gürtel ni dimite ahora, cuando el ébola se le ha ido de las manos. Tampoco el pusilánime Mariano Rajoy la cesa. Y con la que está cayendo, ahora sólo se tiene puesto todo el interés en los preparativos de parada militar con motivo de la Fiesta Nacional, que presidirá Felipe VI y cuyo coste se aproxima al millón de euros. Cuenta Pedro J. Ramírez, que va a presentar un libro, “El primer naufragio”, en París, de la mano del historiador Thierry Lentz, que “en España puede crearse una situación prerrevolucionaria y Podemos saldría beneficiado”. Está claro que ni la reinstaurada Monarquía borbónica por Franco ni el bipartidismo enquistado desde hace más de seis lustros han resuelto los problemas de España.

martes, 7 de octubre de 2014

Pérez Anadón y el padre Peyton





Martes, 7 de octubre, la Virgen del Rosario.  Juan Alberto Belloch dice que “los militantes han decidido que no haya primarias y eso va a misa”, refiriéndose a la Alcaldía de Zaragoza. ¡Jo, que poderío! Ya tenemos candidato a la búlgara,  pero no sufran. Tiempo le pido al tiempo. Ya verán como no es investido el “damasco” Carlos Pérez Anadón, actual vocal de la Ejecutiva Federal (la única voz aragonesa en la madrileña calle Ferranz, 70) y segundo teniente de alcalde, por mucho que los militantes recen el rosario en familia. En la casta socialista, quiero decir. El más culto, no sé si el más válido, no consiguió los avales suficientes para poder competir a campo abierto. Me refiero a Javier Fernández López, profesor en la Facultad de Derecho de la Universidad de Zaragoza, Facultad donde Pérez Anadón no llegó en su día ni al ecuador de la carrera. Había otra candidata a la alcaldía socialista, Ekaterina Nikova, una economista búlgara de la que no tengo el gusto de conocer su trayectoria política. Los papas siempre han recomendado el rezo del rosario en familia por los beneficios que trae desde la Batalla de Lepanto. “No habrá primarias y eso va a misa”, ha dicho Juan Alberto Belloch con tanto énfasis como el que ponía Patrick Peyton en la gran cruzada mundial del Rosario en familia realizada en 1942 bajo el lema de “Familia que reza unida, permanece unida”. Lo que pasa es que el PSOE lo tiene crudo en los próximos comicios municipales en España. La actual travesía del desierto lo está dejando desnortado. Ni en nuestro país se espera un cataclismo nacional que mueva de la silla a don Tancredo, a pesar de sus engaños y de la excesivas presión fiscal soportada, ni los socialistas cuentan con un mirlo blanco que pueda sacar  a su partido de la encrucijada en la que se encuentra en la actualidad, ya sin el químico Rubalcaba haciendo experimentos en el laboratorio del mago don Pirulo. El PSOE todavía huele a Zapatero y ese penetrante hedor a fosfatina no gusta a casi nadie. Pedro Sánchez tampoco vale, si hacemos caso al  “Segundo Principio de Julio Cerón”: “El que vale poco y se cree que vale mucho, no vale”.

lunes, 6 de octubre de 2014

De Caño al coro




Parece ser que no ha gustado demasiado el artículo de ayer de Juan Luis Cebrián, “El rey no gobierna, pero reina”, en El País, que dirige Antonio Caño. Encabezamiento que ha sido tomado de otro igual -llama la atención Cebrián- del ya fallecido Manuel Jiménez de Parga. Los ataques llegan desde varios frentes: Abc, Libertad Digital, El Siglo… De entre esos comentarios, me quedo con uno de Luis G. de Cañuelo en El Siglo, que a los montones de cal le echa algunas paladas de arena cuando hace referencia al vergonzoso y precipitado aforamiento del ex rey Juan Carlos por parte del Gobierno que preside Rajoy. En su artículo “De cómo ‘El País’ ningunea al rey Felipe VI”, comenta: “Es más cómodo el Supremo, sin duda alguna, que el juez Castro. Si el affaire del matrimonio Cristina/Urdangarín y sus tejemanejes se hubiera visto en el Supremo es casi seguro que habría acabado ya con una sentencia favorable a la infanta. Todo esto no se aguantaría en un país serio”. (…) “El espectáculo dado a la ciudadanía con la atolondrada protección del exmonarca nos conduce al túnel del tiempo. El esplendor de la Transición se ha ido apagando. Volvemos a la Restauración de aquel tinglado nefasto de una democracia infumable al servicio de los potentados y no de los más pobres.  De Cánovas a Sagasta y, finalmente, Alfonso XIII ¿A dónde vamos?”. No lo sé, pero sí sé adónde fuimos: al precipicio. Cebrián, en su artículo echa en falta un Estatuto de la Corona, “que reglamente el ejercicio, los deberes, las responsabilidades, privilegios y límites” del monarca. No echa en saco roto Cebrián cuando afirma que “la pasividad de las fuerzas políticas al respecto ha derivado ahora en un espectáculo de improvisaciones incomprensibles en las que ni siquiera los diputados europeos recién electos fueron invitados a la recepción en homenaje al nuevo rey. Las detenciones de manifestantes que apoyaban a la República, la recomendación policial de no lucir la bandera tricolor en los balcones o de no enarbolarla en lugares públicos, además de vulnerar las libertades de expresión y manifestación, ponen de relieve los temores del Ministerio del Interior a que el ejercicio de los derechos constitucionales desluciera la toma de posesión de un rey que lo es precisamente gracias a la Constitución”. Y el que quiera entender, que entienda.