martes, 11 de enero de 2011

Buen menú, señor.


Ahora, cuando los bancos centrales avisan del encarecimiento de los alimentos y de la amenaza inflacionista para las economías emergentes, aparece en escena Moratinos presentando candidatura para la dirección general la FAO, una de las principales agencias de la ONU dedicada a la lucha contra el hambre y la malnutrición en el mundo. El ex ministro de Asuntos Exteriores ha declarado en la Embajada de España en Roma estar convencido de que es posible erradicar el hambre en el mundo. Lo que ya no sabe Moratinos, como tampoco lo sabe Zapatero, es la manera de quitar el hambre de España, donde hay más de cuatro millones de parados desesperados y unos cuantos miles de ciudadanos buscando cada noche algo que poder llevarse a la boca en los cubos de basura de los supermercados. Cáritas conoce el problema mejor que Moratinos y mucho mejor que el renovado Zapatero, ese Ave Fénix brotado de entre sus propias cenizas el pasado 12 de mayo, o sea, el día que se cayó del caballo del optimismo patológico y dejó de ser socialdemócrata para convertirse en neoliberal. Ahora avisa que “se necesitan más años de reformas para volver a crecer”. Cada vez que Zapatero hace una rueda de prensa, como acaba de hacer hoy presentando su balance económico de 2010, me recuerda más a Groucho, cuando dijo aquello de que ”partiendo de la nada hemos llegado a alcanzar las más altas cumbres de la miseria”. Un dato escalofriante: nueve de cada diez euros de la «hucha de las pensiones» está en letras, bonos y obligaciones del Tesoro. Menos mal que no lo han invertido en el mercado continuo. En fin, no demos ideas. Ojalá dentro de poco, tanto los españoles como los pueblos Twa, Tutsi y Hutu de Burundi, podamos comer mejor gracias a Moratinos. Personalmente, a este aspirante español a la cartera de Asuntos del Hambre le enviaría por SEUR un microsurco de Golden Apple Quartet donde se canta eso de “Buen menú, señor”. La pena es que desconozco su domicilio. Bien que lo siento.

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