domingo, 23 de enero de 2011
Quietos en la mata
Señala Manuel Vicent hoy en El País que “somos seis mil millones de humanidad. La mitad está sentada mirando cómo la otra mitad hace el payaso”. Por estos pagos hemos podido ver a un Rajoy triunfalista deseoso de que se celebren cuanto antes las elecciones generales. Se ve de ganador, como esos tahúres de chaleco de flores que piden al barman un cubalibre antes de lanzar sus cartas sobre el tapete. Rajoy lleva en la mano un póker de ases y se siente feliz frente a un Rubalcaba con aspecto de ir de vuelta de casi todo. La partida aún no está ganada, como no lo estuvo en 2004. Queda el tiempo suficiente como para dar la vuelta a las encuestas y presentar a una España hundida en el estupor, cabreada y escéptica, que ni cree en Rajoy ni cree en Zapatero ni cree en el corto y medio plazo. Después, todos calvos. Rajoy ha dicho en Sevilla que “España tiene sed de urnas”. Y también ha señalado que habrá que cambiar el sistema financiero, el mercado laboral, el fiscal, el energético y la educación. Lo que no ha dicho es cómo. Según Ekaizer, “algún accidente, o acontecimiento inesperado de suficiente impacto nacional” podría dar un giro a las encuestas. Esperemos que eso no suceda.
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