miércoles, 21 de octubre de 2009
ALCALDE DE HOZ Y COZ
Fíjense los lectores hasta dónde puede llegar la egolatría de ciertos alcaldes del Partido Popular. En su día, creo que fue en 2004, un tal José Martínez, alcalde del municipio de Terrer (Zaragoza), decidió poner una calle con nombre de mujer en el pueblo. Según él, hasta entonces no existía ninguna vía con nombre femenino. Ni corto ni perezoso, se le ocurrió dedicar la calle en cuestión a Letizia Ortiz, que era por aquellos días, dicho sea con el debido respeto, una "advenediza" en Palacio sobre la que no conocíamos los españoles corrientes otra cosa que no fuese el "acto lacayo" de salir en una televisión hablando, mañana, tarde y noche, sobre los tremendos beneficios del euro sobre la peseta. Y en el fragor de aquellas ensoñaciones, más propias de Luis II de Baviera que de un alcalde del medio rural, abrigó la idea de que Letizia Ortiz pudiese venir al pueblo para inaugurar la placa con su nombre. Una placa fínamente concebida, eso sí, con churriguerescos signos gráficos sobre cerámica de Muel. ¿Cómo no se le ocurrió dedicar la calle a una de tantas mujeres luchadoras que habian existido en el lugar? ¿Por qué razón tuvieron que aflorar en la mente del alcalde unos delirios de grandeza de esa naturaleza? Ni en Terrer, ni en ninguna de sus calles, había necesidad de aplicar tablas de porcentajes referidas a mujeres y hombres. Una calle la tiene quien se la merece, sea hombre o sea mujer. Lo que no se debe hacer desde un cargo institucional es el ridículo.
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