CON LA IGLESIA HEMOS TOPADO

Álvaro Pérez, El Bigotes, que impartía un master político en la Universidad Pontificia de Salamanca, fue cesado de inmediato al saltar el escándalo del famoso Caso Gürtel. De la misma manera, el hasta hace pocas fecha portavoz y secretario general del PP en la Comunidad Valenciana, Ricardo Costa, también acaba de ser cesado por el Arzobispado de Valencia como profesor de Economía Política de la Universidad Católica “San Vicente Mártir”. Al parecer, el Arzobispo “considera inconveniente tener a ese político dando clases a alumnos de primero de Ciencias Empresariales”. Pero ahí no queda la cosa. El Arzobispo de Pamplona, Francisco Pérez, ha obligado a elegir a una concejala del Partido Socialista Independiente de Ablitas, Dolores Baigorri, entre la Política y la Iglesia. Dolores, comprometida con los más necesitados, llevaba colaborando con la parroquia de su pueblo desde hacía ya bastantes años. Pero “cometió el error” de casar por lo civil a un primo suyo. Como consecuencia de ello, se la “invitó” a que no continuase participando en grupos parroquiales mientras perteneciese a un partido político “que no comulgase con las ideas de la Iglesia”. A este paso, el día menos pensado, los numerarios de la cosa celestial exigirán un diezmo por si las moscas, o sea, por si fuera necesario disponer de cash flow para una posible financiación de otra “cruzada de liberación”. Aquí no hay más que rojos, impíos y chorizos con marchamo de Ádega. A los españoles no se les puede dejar solos, que luego pasa lo que pasa. Una de dos: o se les reintegra al redil, o se les muele a hisopazos.