sábado, 4 de diciembre de 2010
Todo sale mal
Mientras el Gobierno decretaba el estado de alarma por culpa de los controladores aéreos y los militarizaba, cuando en Marruecos se prepara una marcha para la “liberación” de Ceuta y Melilla de imprevisibles consecuencias para nuestro país; cuando en el extranjero se critica la ausencia de Zapatero en la XX Cumbre Iberoamericana celebrada en Mar del Plata. Cuando al Rey se le obligaba a “poner el turbo” y a firmar el Real Decreto-ley 13/2010 de 3 de diciembre desde la Embajada Española en Buenos Aires; cuando los españoles seguimos sonrojados por las revelaciones de WIkiLeaks sobre los indignos comportamientos del Ejecutivo español y de la Fiscalía del Estado respecto al “caso Couso” y a los presos de Guantánamo; cuando no se ha producido reacción alguna por parte del Gobierno de España ante los sombríos sucesos de El Aaiún; cuando Gaspar Zarrías se ha ido de la lengua, insinuando que el PP está detrás de la huelga y el consiguiente caos aéreo; cuando parece que nos hubiera mirado el tuerto, digo, Rajoy, en Lanzarote, tras haberse quedado en tierra como el Capitán Araña, se ha limitado a decir a los periodistas: “no voy a entrar en juicios de valor”. Es decir, para Rajoy aquí no pasa nada. Sigue en Babia, quieto en el sillón y esperando a que se descomponga el cadáver, como los buitres con respecto a la carroña. ¿Los lectores entienden algo? Yo no entiendo nada. Pero, vamos a ver, ¿dónde está Rubalcaba? ¿Y José Blanco? Para Pablo Sebastián, en República.es, “el ocaso de Zapatero nos lleva a un gran desastre nacional que solo tiene arreglo con la salida del poder de este personaje y la urgente convocatoria de elecciones generales. O de lo contrario con una moción interna del PSOE contra Zapatero, al estilo del ‘impechtman’ americano, que fuerce desde el corazón de este partido la salida inmediata de este lamentable personaje del palacio de la Moncloa donde no está en condiciones de permanecer ni un minuto más”. Para Ignacio Camacho, en ABC, “el Gobierno no halla un minuto de respiro, sitiado por un torrente de problemas que va arrollando la vida nacional como un aluvión turbulento. Al presidente le ha abandonado la suerte y está en estado de colapso político. En plena descomposición de poder, no hay hora en que no se encuentre ante un apuro. (…) No sólo sale mal todo lo que puede salir mal, sino incluso lo que prometía acabar bien.” Isaac Rosa, en Público, señala: “El próximo susto que nos espera ya tiene fecha, si es que por el camino no nos cae otro imprevisto: 28 de enero. Ese día el gobierno, pase lo que pase, presentará en Consejo de Ministros la reforma de las pensiones, acortando el plazo para que partidos y agentes sociales acuerden en el Pacto de Toledo su contenido.” Lo dejo aquí. Mejor no seguir dándole leña al mono, que es de goma.
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