viernes, 28 de octubre de 2011

Tardá, punto y coma


Este hombre, ¿no es aquel que en diciembre de 2008 gritó aquello de "mort al Borbó"? ¿No es aquel que justificó su indecencia alegando que era un grito popular de 1714 durante la Guerra de Sucesión? Claro, gritó “muerte al Borbón” sacando pecho, como una machotada nacionalista, ante las Juventudes de Izquierda Republicana de Cataluña aprovechando el Día de la Constitución. Y este tipo es el mismo tipo que ahora, en 2011, no admite que Gregorio Peces Barba se permita recordar en Cádiz que “igual nos habría ido mejor si, en 1640, en lugar de quedarnos con Cataluña nos hubiéramos quedado con Portugal”. Joan Tardá, de insultar a alguien en “twitter” como ha hecho sobre la persona de Peces-Barba, debería haber zaherido si acaso a don Gaspar de Guzmán y Pimentel, conde-duque de Olivares, valido de Felipe IV, que en 1640 tuvo intención de usar tropas portuguesas contra los catalanes que se habían declarado súbditos del rey de Francia. Menos mal que Gregorio Peces-Barba, que dicho sea de paso, cada día se va pareciendo más de cara a Manuel Azaña, tiene anchas espaldas y no le importa demasiado cómo le llame ese energúmeno. El mismo tipo que criticó al Rey en el Congreso de los Diputados, en abril de 2008, al decir del Monarca que “no había aprendido ni gallego, ni catalán ni euskera en sus treinta años de reinado. Y no será que no ha tenido tiempo". Eso me recuerda cuando, en cierta ocasión, a don Miguel de Unamuno le recomendaron un ciudadano sobre el que éste tenía un mal concepto. “Ese hombre es tonto”, le espetó Unamuno a la persona que había intercedido. “No crea, don Miguel, sabe inglés”. “Pues entonces -concluyó don Miguel- es tonto en inglés”. Hay quien también es “tonto en catalán” y no es consciente de ello.

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