Conquistar la cima del Annapurna con 77 años no parece
fácil, pero lo ha conseguido Carlos
Soria sin despeinarse. Para que luego digan los empresarios capones que con
40 años ya es uno viejo para que le den faena. Este es un país de contrastes y
de lanzazos a tutiplén. Así, Cifuentes
sigue pensando que “Rajoy es el
mejor presidente de la historia de España”; Gregorio XVIII, el ya expapa de El Palmar de Troya, que dice haber
perdido a fe pero sigue siendo franquista, cuenta: “tendré que buscar un
trabajo, yo no quiero vivir del cuento”; Del
Bosque, al referirse a Mariano Rajoy, entiende que “de vez en cuando hay
que rotar”, sin aplicarse él esa medicina; y me entero por El Correo de Zamora que un ojo de la puente de Castrogonzalvo sobre
el río Esla se hunde. No pasa nada. Disparemos
cohetes y lancemos serpentinas. Con Rajoy de guía, ese adalid capirote, nada
debemos temer. Supongo que, a una mala, siempre se podrá caminar a Benavente
por otra trocha. Es peor despertarse en el zaguán de la indecencia. Yo diría
que ese ojo del pasadero ha hecho un guiño a las últimas riadas. Enseguida me
ha venido a la cabeza aquello de “tres ojos tengo, mi niña, / los mismos que
tiene el puente;/ dos para mirarte a ti,
/ el otro para hacer de vientre”. Bueno, Manuel
Hermoso, o sea, Manolito el Cantaor, o Manolito
de Triana, tenía corta talla y otra versión parecida. Murió en los primeros días de
diciembre de 2015. Había nacido en 1943 en el llamado Hotel Triana y en esa casa tuvo su morada hasta los 15 años. Ángel Vela Nieto le recordaba en un
elegante elogio-funeral que le hizo en El
Diario de Triana.es el 3 diciembre de 2015 , donde cuenta que aquel Hotel Triana “en su origen sirvió de almacén de sanitarios con
sólo una planta. En 1929 se alzó el edificio como lo vemos hoy para ser
hotel-garaje dispuesto a acoger a visitantes de la Exposición Iberoamericana, pero no llegó ninguno
porque aquel certamen no dio lo que se esperaba. Así que se convirtió en casa
de vecinos. Y en esta casa vivió, aparte de Manolito de Triana, el gran maestro
de la soleá alfarera, Manolo Oliver, y Gracia de
Triana en años de su niñez; y Pepe
Vela (de Albahaca), miembro de una familia de buenos cantaores aficionados;
aquí moraron los toreros Angelillo de
Triana y José Soto “Sotito”
además del campeón ciclista Zeppelín,
que también tenía su arte por fandangos… En este patio se rodó la película “Macarena” y en su terrizo cantó Juanita Reina y lució su gracia Miguel Ligero”.
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