miércoles, 30 de noviembre de 2011
Juicio al rey Baltasar
Está claro que no se puede ir a ver un espectáculo de tracas, mascletás y fuegos artificiales y, esa misma noche, acercarse al Juzgado de Guardia para presentar una denuncia contra el ayuntamiento local por haberle producido una cierta sordera la quema de pólvora a una espectadora. Es un riesgo permitido. Eso viene a cuento con una noticia publicada hoy en “El País”, donde se da cuenta de que “un juzgado de Huelva se declara incompetente para juzgar al rey Baltasar por lesiones”. Por lo que se desprende de la noticia, durante la cabalgata de Reyes de 2010 el rey mago de color lanzaba caramelos desde su carroza a los niños que permanecían boquiabiertos ante el singular acontecimiento. Y uno de aquellos caramelos, por mor de la mala suerte, fue a darle en un ojo a una mujer que presenciaba la cabalgata, dejándoselo a la virulé. El juez, en su auto, señala entre otras cosas, que “Baltasar es una persona extranjera, sobre la que no se tiene jurisdicción en España, y de la que él (el juez) se considera fiel seguidor”. El juicio quedó sobreseído. Lo que ya no sabemos es cómo quedó el ojo de la señora, es decir, si necesitó echarse durante unos días unas gotas de colirio o si necesitó de parche como Ana de Éboli, la princesa tuerta de La Alcarria. Ana de Mendoza instigó el asesinato de Juan de Escobedo y la señora onubense pretendió empapelar al rey mago Baltasar, cuyo nombre desconozco, pero que tal vez se trate de un inmigrante temporero que trabaja cuando puede recogiendo cerezas en Jerte. En cualquiera de los casos, nadie estira la pata ni se queda tuerto por recibir un golpe de caramelo, salvo que se trate de un “adoquín” de Calatayud. De haber sido así, hasta hubiese sido posible que la señora se quedase en el sitio y hasta cerrase los ojos, los tres.
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