domingo, 27 de junio de 2010

El bebedor de absenta

No está en mi ánimo hacer referencia a Ángel Fernández de Soto, aquel amigo de Picasso en su juventud barcelonesa de «Els quatre Gats». Aquello perteneció a su “periodo azul”. Yo lo que desearía es hacer referencia directa a otro “periodo azul”, el periodo actual del nuevo Felipe González después de su metamorfosis complicada. El abogado laboralista y defensor de muchas causas perdidas en su Sevilla natal, el amigo de Guerra y de Chaves, el viejo Isidoro de su “periodo rojo”, el Mesías Prometido en el Congreso de Suresnes del 74, el amigo de Willy Brand, de Mitterrand y de Olof Palme, la Esperanza Española para Bruno Pittermann, el tipo alegre de la chaqueta de pana responsable del secuestro de “El Correo de Andalucía” un 19 de octubre. Pues vean, después de su eclosión de la crisálida, aquel Adalid de Empresas Descabelladas se ha transformado en un individuo aburguesado que habla ex cathedra, al que Anson considera la admiración personificada; la Patronal, la banqueta donde apoyar sus raras tesis sobre el empleo; y a determinados periodistas, (los mismos que todos conocemos con nombres y apellidos y que le maltrataron con saña durante los peores momentos de su ultimo mandato) en el Sursum Corda. Yo no sé si a este moderno sabio Kalikatres le han procurado un bebedizo de absenta que le ha trastocado buena parte de los chips de su hipotálamo, o si ha tomado el sol de forma inadecuada en Marruecos. El caso es que parece otro tipo disparejo de aquel que se nos presentaba ojeroso y alicaído como consecuencia de los casos GAL y de Filesa, Malesa y Time-Export; o sea, en el epicentro de un socialismo de Puerto Hurraco donde los lectores ávidos y avisados no conseguíamos despejar la incógnita del Señor X, aunque intuíamos el resultado final de aquella complicada ecuación. En suma, el responsable directo de una época negra como la sotana de un cura en la que los problemas, según Pedro Jota, “se amontonaban como racimos de uvas”. Pues bien, este moderno bebedor de absenta, o simplemente afectado por un golpe de calor en las telillas de sus meninges, cuenta ahora qué recetas se deben aplicar para que los empresarios ganen el suficiente dinero con las reformas en el mercado de trabajo. Este tipo ya no se acuerda de la guerra sucia y del uso incontrolado de los fondos reservados. Felipe demuestra tener memoria selectiva. Contra los lapsus de memoria los neurólogos recomiendan disminuir la toma de glucosa. Yo le aplicaría, casi mejor que una chichonera infantil, o que un castoreño de picador, el uso de un salacot de la época victoriana. Todo es cuestión de acercarse una tarde por cualquier tienda de “Coronel Tapiocca” y aprovechar las formidables ofertas.

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