martes, 29 de junio de 2010

Tertsch, ¿de qué vas?

No sé a ustedes, pero a mí me gustaría saber la razón por la que el columnista habitual de ABC, Hermann Tertsch, la tiene tomada con Carme Chacón. Hoy, en “La anomalía como sistema”, Tertsch arremete sin piedad contra la ministra de Defensa desde el mismo comienzo de su escrito. Vean: “No fuimos pocos los españoles, civiles y militares, que reaccionamos con perplejidad ante el nombramiento en su día como ministra de Defensa de una política socialista, Carmen Chacón, que sólo había destacado por su sectarismo, su pacifismo antimilitarista y el nacionalismo catalán que con tanto celo practican los charnegos”. Que yo sepa, Chacón, hija de madre catalana y padre andaluz, nació en Esplugas de Llobregat. El hecho de que alguien, como es el caso de Tertsch, la defina como charnega ( del catalán xarnego) no debería nadie tenérselo en cuenta para nada. Tertsch lo escribe en tono despectivo, aludiendo a su padre, que llegó en su día a Cataluña, como tantos otros, para crear riqueza. ¿Qué hubiera sido de Cataluña sin aquellos “charnegos” llegados a Cataluña, a Bilbao, o a cualquier otro lugar de España como consecuencia del Plan de Estabilización? La llegada masiva de trabajadores del medio rural a determinados puntos geográficos durante los años 60 para trabajar en sus fábricas sucedió en Barcelona, pero también en Galdácano. Además, ¡qué habla!, si este tipo es madrileño, hijo de padre austriaco y madre guipuzcoana. ¿Cómo habría que llamarle? Se puede discrepar del Gobierno de Rodríguez Zapatero. Yo también lo hago cuando lo entiendo oportuno. Es una de las bondades de la Democracia el hecho de poder decir o escribir lo que se piensa al amparo del artículo 20 de la Constitución Española. De hecho, hubiese sido impensable, mejor dicho, una temeridad, haber podido discrepar abiertamente en un medio de comunicación sobre Carrero Blanco. Y Tertsch, este nostálgico del búnker, lo sabe. Pero este periodista de la caverna, otrora militante del Partido Comunista de Euskadi y ahora escorado a la derecha más retrógrada, no tiene derecho a escribir, como ha publicado ABC en el artículo al que hago referencia, que “se eligió –refiriéndose a Rodríguez Zapatero- al animal equivocado para cuidar a las gallinas”; y que “ahora parece que existe un inmenso interés por quitar a Ejército y Guardia Civil el lema de Todo por la Patria”. En una entrevista concedida a Daniel Muñagorri poco después de su salida de El País, Tertsch declaraba: “Zapatero considera a ETA y al nacionalismo vasco, violento o no, parte de los aliados en su universo sentimental”. Mejor no sigo. No merece la pena dedicar una línea más a este lerdo.

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