miércoles, 16 de junio de 2010

Cuestión de sensibilidades

La Roja no ha estado a la altura de las circunstancias frente a Suiza en un partido del que todos esperábamos salir triunfantes aunque fuera por la mínima. Curiosamente, con motivo del Mundial de Fútbol y a pesar del tremendo paro existente, en España se han disparado las compras de televisores de plasma. Cuenta la prensa que los príncipes de Asturias estuvieron muy identificados con el equipo español en Durban. Nada que objetar. Pero, a mi entender, los príncipes equivocaron su destino. No era Sudáfrica donde se les esperaba, o donde yo hubiese preferido que estuvieran presentes. Además, a los aficionados al deporte rey les traían al pairo los desplazamientos principescos. Lo que de verdad les interesaba a los ciudadanos corrientes, ensimismados frente a la caja tonta, era conocer qué emociones les iban a deparar Iker Casillas; Sergio Ramos, Piqué, Puyol, etcétera. Es decir, los once de la Roja. El sitio de los príncipes estaba en Asturias, donde un puñado de españoles continúan atenazados por el estupor de haberlo perdido todo con los estragos de unas lluvias torrenciales. Hasta militares de la UME han tenido que ayudar en el rescate de personas ante el desbordamiento del río Nalón y los cortes en carreteras y en las vías de FEVE. Yo no sé si existe un protocolo de prioridades en la Casa Real. Tampoco me interesa demasiado conocer el dato. Pero los príncipes de Asturias hubiesen hecho lo que muchos esperábamos de ellos cambiando su itinerario. Es una cuestión de sensibilidades. También, y no es moco de pavo, nos habría salido más barato. Los ciudadanos pueden estar donde lo deseen y cuando lo deseen, que para eso son libres. El Heredero de la Corona de España, en cambio, ha de estar presente donde debe estar. Ese deber entra en su sueldo.

1 comentario:

José Ramón Miranda dijo...

Para los Príncipes de "La Roja" no hay crisis, o eso parece. Cuando han dicho en el telediario de la Cadena Triste que los principitos habían estado volando toda la noche casi me da la risa floja. ¡Pobrecitos! La verdad que todos deberíamos aprender de los Borbones. Va en serio. Los hemos echado cuatro veces de España (o como se llama ahora, La Roja) y ahí siguen en la palestra. Todavía tendremos que darles las gracias por ir a Sudáfrica.