domingo, 22 de enero de 2012
Perder los papeles
Izquierda Unida pretende que se despenalicen las injurias contra la Corona, tipificadas en el artículo 490.3 del Código Penal. A mi entender, en el hecho improbable de que se despenalizasen tales injurias a la Corona, quedaría en vigor la Ley Orgánica 10/1995 de 23 de noviembre, del Código Penal, en sus artículos 205 a 207 sobre la calumnia; los artículos 208 a 210 sobre la injuria; y los artículos 211 a 216 sobre disposiciones generales sobre ambas, cuando se reputen con publicidad en los medios de comunicación hablados o escritos. A mi entender, la pretensión que pudiera abrigar cualquier ciudadano de poder injuriar a la Corona de forma impune me parece propio de alguien que hubiese perdido los papeles o mereciera recibir un correcto tratamiento psiquiátrico. Pero si tal pretensión partiese, como parece ser el caso, de un partido político con representación parlamentaria el asunto se entiende como más grave. Nadie en su sano juicio y en el ámbito de un Estado de Derecho acierta a comprender las razones de IU para pretender despenalizar tales injurias. Sostiene IU –según leo en “El Periódico”- que “la sanción penal de las injurias contra la Corona no sólo es desproporcionada, sino que afecta a los fundamentos básicos del sistema democrático, por cuanto supone una agresión a la libertad de expresión”. Hombre, mi libertad termina donde empieza la libertad de los demás. Nadie puede ir por la calle lanzando injurias al primer peatón con el que se cruza en su camino. Porque, de hacerlo, pueden ocurrir dos cosas: que denuncie esa afrenta en la comisaría de policía más próxima, o que reciba un par de bofetadas in situ. Dependerá de cómo le pille el cuerpo al agraviado. Todo ciudadano merece respeto y consideración. La Corona, también.
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