sábado, 5 de junio de 2021

Hoy, 5 de junio...

 


Hoy, 5 de junio, día en el que la Iglesia Católica, también la Iglesia Ortodoxa, celebran la festividad de san Bonifacio de Maguncia, el poeta, músico y dramaturgo  Federico García Lorca hubiese cumplido 123 años. Bonifacio, también Federico, murió asesinado por heterodoxos durante una confirmación masiva en Frisia tal día como hoy del año 754, cuando ya rondaba los 70 años. Federico murió por heridas de bala un 18 de agosto 1267 años más tarde en el barranco de Viznar, junto a dos banderilleros apodados El Colores y Magarza y un vallisoletano de Ciguñuela,  Dióscoro Galindo, cojo desde que siendo adolescente su capa quedó enganchada a un tranvía en el momento de apearse, por aquellos días maestro de Pulianas (su destino definitivo, después de haber ejercido el magisterio en Aya, Algete, Caravaca, Zuheros, La Orotava, Vich, Cazalla de la Sierra, Santiponce, Tíjola y Daimiel)  que corrieron la misma suerte. Según relata Henry Van Dyke (en su libro “El primer árbol de Navidad”ese hombre elevado a los altares fue el autor del primer árbol tradicional con velas y regalos en Baja Sajonia, cuando un grupo de herejes estaban a punto de ofrecer un sacrificio humano al dios Thor bajo un roble para ellos sagrado. Bonifacio detuvo aquel sacrificio interponiendo su báculo entre aquel niño que iba a ser  ofrecido y la piedra donde se iba a practicar el macabro rito. A continuación, Bonifacio entregó a aquellos sectarios un pequeño pino para que lo idolatrasen de forma incruenta. Federico nos dejó en herencia sus trabajos literarios, su pasión por la música, un piano y el disco con canciones populares que grabó con Encarnación López, La Argentinita, hace ahora un siglo. Existió otro piano, el del Hotel España, en Lanjarón, donde Federico y su familia veranearon durante 15 años, porque a su madre, doña Vicenta, le sentaban muy bien aquellas aguas medicinales del Balneario. La pensión completa costaba por aquel entonces 12 pesetas diarias. De conoce el nombre de los seis verdugos: el cabo Mariano Ajenjo Moreno, el pistolero Antonio Benavides Benavides, Salvador Varo Leyva, alias Salvaorillo, Juan Jiménez Cascales, Fernando Correa Carrasco y Antonio Hernández Martín, todos ellos sicarios de la escuadra que el “camisa vieja” José María Nestares había asignado para las ejecuciones. Lo más triste de todo fue que, una vez ejecutado en maestro Dióscoro Galindo, se le abrió un expediente disciplinario, Se le suspendía de empleo y sueldo con un solo argumento en el que se detallaba que “había negado la existencia de Dios”. Nestares murió  en Granada el 19 de mayo de 1977. En la necrológica del diario Ideal del día siguiente se decía que, entre otras, estaba en posesión de la “Medalla de Sufrimientos por la Patria”. ¡Manda huevos…!

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