miércoles, 12 de agosto de 2009

NOBLEZA OBLIGA

En mi blog de ayer, “Mentira justificada”, exponía que no podía comprender cómo Mará Teresa Fernández de la Vega había mentido a la prensa, señalando que su padre, don Wenceslao Fernández de la Vega y Lombán había sido represaliado por el franquismo. Rectificar es de sabios y nobleza obliga a aclarar en la medida de lo posible su afirmación a ese respecto. El pasado día 7 de agosto, la portada de “El Mundo”, bajo el titular “Hija de un alto cargo del franquismo”, publicaba en sus páginas interiores una entrevista a la vicepresidenta del Gobierno, coincidiendo con su quinto día de estancia oficial en Iberoamérica. El Congreso y el Senado de Paraguay se reunieron de forma solemne en el Palacio del Legislativo para abrir el Foro Internacional del Bicentenario, es decir, del segundo centenario de la independencia de ese país. En ese Foro, la vicepresidenta del Gobierno de España era la invitada de excepción. En un momento determinado, el moderador hizo un breve apunte biográfico de la señora Fernández de la Vega. Se limitó a presentarla como hija de un alto funcionario del franquismo. Fu entonces cuando la vicepresidenta rectificó al moderador señalando que su padre había sido un represaliado de la dictadura.
Y tenía razón. Pero sólo en parte.
Don Wenceslao Fernández de la Vega y Lombán fue un alto funcionario de la II República en 1937, luego depurado por el franquismo y, a partir de 1955, rehabilitado por el Jefe del Estado. Así, el 11 de noviembre de 1955, el Consejo de Ministros, a propuesta de José Antonio Girón de Velasco, fue nombrado delegado de Trabajo en Zaragoza, ejerciendo el cargo ya siendo sucesor de Girón en el Ministerio Fermín Sanz Orrio, hasta su destitución definitiva, el 18 de mayo de 1963, por Jesús Romeo Gorría.
Se sabe, como indicaba antes, que Wenceslao Fernández de la Vega fue nombrado por la República Delegado Provincial de Trabajo de segunda categoría en Albacete, el 16 de febrero de 1937, siendo funcionario de primera categoría Juan Achevarría Marcaida.
El BOE de 22 de enero de 1940 publicó la separación definitiva de servicio de Wenceslao Fernández de la Vega y Lombán como incurso en la letra a) del artículo 9, de la Ley de 9 de febrero de 1939, referida a las Responsabilidades Políticas. El apartado en cuestión hace referencia a haberse opuesto al Alzamiento de forma activa y a haber apoyado a partidos del Frente Popular. En el BOE de 8 de mayo de 1949 se publicó la anulación de dicha sanción, aunque se le aplicaba como pena la postergación de dos años en el escalafón, lo que suponía perder ocho puestos en el estadillo. (BOE, 14 de noviembre de 1949).
Como nota curiosa, seis días antes de su nombramiento como delegado de Trabajo en Zaragoza, aparece en el BOE un anuncio de la Dirección General de Obras Hidráulicas en la que se da cuenta de una autorización a doña Jimena Fernández de la Vega y Lombán para aprovechar aguas del arroyo Jerrero y Garganta de Bariza, en el término de La Adrada (Ávila) para la producción de energía eléctrica. Dicha señora, tía de la actual vicepresidenta, fue una de las primeras ciudadanas licenciadas en Medicina por la Universidad de Santiago de Compostela. Corría el año 1919.

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