jueves, 12 de marzo de 2020

Imitar a Gauguin sin salir de casa



Acabo de leer varias veces una entrevista que hoy Ima Sanchís ha hecho al sociólogo Rémy Oudghiri en La Vanguardia. El  entrevistado se dedica a hacer encuestas sobre los modos de vida de la gente. Ese sociólogo cree en la Literatura, el Arte y la belleza. Y la entrevistadora resalta una frase de Oudghiri: “Para ser, tienes que dejar de ser muchedumbre”. Y hace referencias a Petrarca, Rousseau, Flaubert, Gauguin y Tolstói como ayuda de todos ellos para poder comprender de alguna manera la huida de la gente y de la presión que ejerce para poder ser uno mismo. Pero esa huida debe ser temporal  “para poder alejarse de la tiranía de la ciudad, que -como decía Petrarca- es gregaria, conformista, borreguil, que tiene el juicio en los talones, donde la multitud siente fascinación por el destello de las apariencias, nunca por el fulgor de la verdad”. Rousseau, por otro lado, señalaba “la necesidad humana de volver a la naturaleza, de confundirse poco a poco con el paisaje, en un renacimiento”.  Eso lo entendió bien Gauguin, el pintor posimpresionista que, tras llevar una vida acomodada en una empresa financiera se marchó a la Martinica, donde descubrió un paisaje de gran colorido. Y allí surgió el Sintetismo, un estilo sui géneris caracterizado por la representación no imitativa y la separación de la imagen pictórica en zonas de color fuertemente contrastadas y a menudo delineadas en negro. Posteriormente estuvo en Tahití y las islas Marquesas, donde aquel primitivismo fue atemperándose. Oudghiri aprovecha la entrevista para sacar a colación al biólogo Henri Laborit, quien defendía que “para ser feliz en este mundo es tan importante estar en él como evitarlo. La vida -decía- es un vaivén entre esos dos mundos, y la huida es una apertura, un portal, una escotilla...”. Quizás, el aislamiento impuesto por el Covid-19, sirva a algunos ciudadanos para reflexionar y descubrir a través de la Literatura otro mundo de gran colorido que está en el interior de la lectura pausada, sin tener que ir hasta la Martinica, como hizo el pintor parisino.

No hay comentarios: