Acabo de leer varias veces una entrevista que hoy Ima Sanchís ha hecho al sociólogo Rémy Oudghiri en La Vanguardia. El entrevistado se dedica a hacer encuestas sobre
los modos de vida de la gente. Ese sociólogo cree en la Literatura, el Arte y
la belleza. Y la entrevistadora resalta una frase de Oudghiri: “Para ser, tienes
que dejar de ser muchedumbre”. Y hace referencias a Petrarca, Rousseau, Flaubert, Gauguin y Tolstói como
ayuda de todos ellos para poder comprender de alguna manera la huida de la
gente y de la presión que ejerce para poder ser uno mismo. Pero esa huida debe
ser temporal “para poder alejarse de la
tiranía de la ciudad, que -como decía Petrarca- es gregaria, conformista,
borreguil, que tiene el juicio en los talones, donde la multitud siente
fascinación por el destello de las apariencias, nunca por el fulgor de la
verdad”. Rousseau, por otro lado, señalaba “la necesidad humana de volver a la
naturaleza, de confundirse poco a poco con el paisaje, en un renacimiento”.
Eso lo entendió bien
Gauguin, el pintor posimpresionista que, tras llevar una vida acomodada en una
empresa financiera se marchó a la Martinica, donde descubrió un paisaje de gran
colorido. Y allí surgió el Sintetismo,
un estilo sui géneris caracterizado
por la representación no imitativa y la separación de la imagen pictórica en
zonas de color fuertemente contrastadas y a menudo delineadas en negro. Posteriormente
estuvo en Tahití y las islas Marquesas, donde aquel primitivismo fue
atemperándose. Oudghiri aprovecha la entrevista para sacar a colación al
biólogo Henri Laborit, quien
defendía que “para ser feliz en este mundo es tan importante estar en él como
evitarlo. La vida -decía- es un vaivén entre esos dos mundos, y la huida es una
apertura, un portal, una escotilla...”. Quizás, el aislamiento impuesto por el Covid-19, sirva a algunos ciudadanos para
reflexionar y descubrir a través de la Literatura otro mundo de gran colorido
que está en el interior de la lectura pausada, sin tener que ir hasta la Martinica,
como hizo el pintor parisino.
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