domingo, 29 de septiembre de 2019

Demoscopias




Estos días, en los debates políticos (como, por ejemplo, el de los sábados por la noche en La Sexta), los tertulianos se limitan a hablar de los últimos sondeos sobre inclinación del voto y de algo que tiene mucho que ver con la democracia: la aritmética parlamentaria. Eso está muy bien, pero no escucho hablar sobre contenidos de programas, que es lo que en realidad deseamos conocer. La demoscopia es, según los diccionarios, la técnica de estudio que tiene por objeto el conocimiento de opiniones, preferencias y aficiones de los ciudadanos a través de sondeos de opinión. Aquí solo se escucha el nombre del gurú José Félix Tezanos y su barómetro del CIS. Ahora parece ser que hay una variante a tener en cuenta: la irrupción  de Más País, la plataforma con la que Íñigo Errejón concurrirá a las elecciones del 10 de noviembre. Lo que parece acertado hoy, deja de serlo mañana. Y vuelven a estar presentes los acertijos de los agoreros; y tornan, también, a estar presentes los nuevos cálculos. El politólogo alemán Ernst Fraenkel, en su ensayo “Origen y significado político de la crisis parlamentaria” (Folia Humanística. Ed. Glarma. Tomo V, núm. 53, 1967), señala algo que debería hacernos reflexionar: “El camino victorioso de la demoscopia ha actuado desilusionadoramente sobre el elector particular, en cuanto le ha hecho ver que la emisión de su voto es psicológicamente una elección libre; pero sociológicamente está determinada. El camino victorioso de la demoscopia ha traído como consecuencia para los partidos el que dirijan su llamada a los electores establecidos y el que tenga lugar una campaña electoral alimentada artificialmente, mecanizada, que no logra ya despertar ningún interés genuino. Esta campaña electoral es una forma de aparición de propagandas científicamente comprobadas, manipuladas, que sólo logran hacer más evidente aún el alejamiento del ciudadano respecto del Estado: este alejamiento se hace patente por la falta creciente de interés de los miembros ciudadanos, dentro de los partidos y las asociaciones, por la vida interna de tales organizaciones”. De haber vivido hoy, no sé qué hubiera pensado sobre lo que acontece en España.

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