Hoy, la Iglesia Católica celebra la fiesta de Nuestra Señora del Perpetuo Socorro. También, tal día como hoy de hace cinco
años la Congregación del Santísimo
Redentor (redentoristas) celebraba el centésimo quincuagésimo aniversario
de la entrega de ese icono policromado a los redentoristas por Pío IX, con
el encargo de “darlo a conocer por todo el mundo”. Aquel icono bizantino
pintado al temple sobre madera había llegado a Roma desde la isla de Creta en
1499 tras ser robado por un mercader, más tarde arrepentido, y durante los
siguientes 300 años estuvo expuesto en la iglesia
de san Mateo. En 1789 esa iglesia fue destruida por las tropas de Napoleón y el icono fue rescatado
por los agustinos irlandeses y depositado
en un desván hasta casi el olvido. En 1855, los redentoristas compraron el terreno
que había ocupado la iglesia de san Mateo Apóstol para establecer su casa
generalicia. Y al encontrar el icono, en 1855, solicitaron del Papa poder trasladarla a la nueva
construcción, Villa Caserta, donde estuvo su primitivo lugar. Ello se produjo
un año más tarde, una vez construida la capilla dedicada a san Alfonso María de de Ligorio, fundador de la orden. El 24 de
diciembre de 1855, un grupo de jóvenes comenzaba el noviciado en Nueva
Caserta. Los redentoristas demostraron tener un enorme interés por la
historia de la propiedad adquirida; mucho más cuando, el 7 de febrero de
1863, un famoso predicador jesuita, Francesco Blosi,
hizo referencia en un sermón al tema del icono que estuvo en la iglesia de
San Mateo y que era conocido como Virgen de San Mateo, o como Virgen del Perpetuo Socorro. El 24 de diciembre de aquel 1855,
un grupo de jóvenes comenzaba el noviciado en esta nueva casa. El superior general, Nicolás
Mauron, escribió una carta al papa Pío IX pidiendo a la Santa
Sede que le concediera el icono a fin de colocarlo en la nueva iglesia del Santísimo Redentor y San
Alfonso que se había construido cerca del lugar en que se
encontraba la antigua iglesia de San
Mateo. El papa accedió a esta petición y tras su limpieza y
restauración por el polaco Leopold
Nowotny, el icono se instaló definitivamente en la nueva capilla el 26 de
abril de 1866. En 1900 se procedió a una
nueva restauración de la tabla. Las pruebas de carbóno 14 señalaron que la
madera podría datase de entre 1325 y1480. El icono mide 53 cm de alto por 45’1cm
de ancho. Sobre un fondo de oro destacan
cuatro figuras. En el centro la Virgen y el Niño; y en un segundo plano, los
dos arcángeles Miguel y Gabriel con los instrumentos de la Pasión.
Según costumbre oriental, cada personaje está identificado por una inscripción
griega en abreviatura: MP OY (Madre
de Dios); O AP M (arcángel Miguel, a la izquierda); O AP G (arcángel Gabriel,
a la derecha); y IC XC (Jesucristo, a la derecha de su cabeza).
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