sábado, 27 de junio de 2020

Un importante icono



Hoy, la Iglesia Católica celebra la fiesta de Nuestra Señora del Perpetuo Socorro. También, tal día como hoy de hace cinco años la Congregación del Santísimo Redentor (redentoristas) celebraba el centésimo quincuagésimo aniversario de la entrega de ese icono policromado a los redentoristas  por Pío IX, con el encargo de “darlo a conocer por todo el mundo”. Aquel icono bizantino pintado al temple sobre madera había llegado a Roma desde la isla de Creta en 1499 tras ser robado por un mercader, más tarde arrepentido, y durante los siguientes 300 años estuvo expuesto en la iglesia de san Mateo. En 1789 esa iglesia fue destruida por las tropas de Napoleón y el icono fue rescatado por  los agustinos irlandeses y depositado en un desván hasta casi el olvido. En 1855, los redentoristas compraron el terreno que había ocupado la iglesia de san Mateo Apóstol para establecer su casa generalicia. Y al encontrar el icono, en 1855, solicitaron del Papa poder trasladarla a la nueva construcción, Villa Caserta, donde estuvo su primitivo lugar. Ello se produjo un año más tarde, una vez construida la capilla dedicada a san Alfonso María de de Ligorio, fundador de la orden. El 24 de diciembre de 1855, un grupo de jóvenes comenzaba el noviciado en Nueva Caserta. Los redentoristas demostraron tener un enorme interés por la historia de la propiedad adquirida; mucho más cuando, el 7 de febrero de 1863, un famoso predicador jesuita,  Francesco Blosi, hizo referencia en un sermón al tema del icono que estuvo en la iglesia de San Mateo y que era conocido como Virgen de San Mateo, o como Virgen del Perpetuo Socorro. El 24 de diciembre de aquel 1855, un grupo de jóvenes comenzaba el noviciado en esta nueva casa.  El superior general,  Nicolás Mauron, escribió una carta al papa Pío IX pidiendo a la Santa Sede que le concediera el icono a fin de colocarlo en la nueva iglesia del Santísimo Redentor y San Alfonso que se había construido cerca del lugar en que se encontraba la antigua iglesia de San Mateo. El papa accedió a esta petición y tras su limpieza y restauración por el polaco Leopold Nowotny, el icono se instaló definitivamente en la nueva capilla el 26 de abril de  1866. En 1900 se procedió a una nueva restauración de la tabla. Las pruebas de carbóno 14 señalaron que la madera podría datase de entre 1325 y1480. El icono mide 53 cm de alto por 45’1cm  de ancho. Sobre un fondo de oro destacan cuatro figuras. En el centro la Virgen y el Niño; y en un segundo plano, los dos arcángeles Miguel y Gabriel con los instrumentos de la Pasión. Según costumbre oriental, cada personaje está identificado por una inscripción griega en abreviatura: MP OY (Madre de Dios);  O AP M (arcángel Miguel, a la izquierda);  O AP G (arcángel Gabriel, a la derecha); y  IC XC (Jesucristo, a la derecha de su cabeza).

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