Dualidad persistente

 

Llueven las críticas por el cartel sevillano de la Semana Santa, obra de Salustiano García Cruz, donde aparece el busto de un Cristo resucitado y en el que no quedan apenas signos de sufrimiento. Solo heridas mínimas en el costado y en las manos y su cuerpo cubierto de forma mínima con el paño del Cachorro. El modelo ha sido su hijo Horacio. Por mi parte, nada que objetar. Pero ya se sabe que Sevilla es dual, siempre existen partidarios de algo y de lo contrario.  En ese sentido, el recordado Antonio Burgos escribió, que a mí me conste, dos artículos en ABC (“La dual Sevilla” y “Más duales de Sevilla”) donde en ambos venía a decir que esa dualidad era como los plátanos de Canarias: “Dos mejor que uno”. Decía: “Café migado o café bebido, manteca colorá o manteca blanca con zurrapa de lomo, secreto ibérico o presa ibérica, capirote de cartón o capirote de rejilla, la Macarena o la Esperanza, el Betis o el Sevilla, Curro Romero o Rafael de Paula, Joselito o Belmonte, torrija o pestiño, aguardiente o anís, garrafa o damajuana, Vicente el del Canasto o Antoñito Procesiones, la Ina o tio Pepe…”,  y así todo. Ahora le llueven las críticas, como digo, al cartel sevillano de la Semana Santa y más tarde aparecerán las diatribas por el cartel de la Feria de Abril o sabe Dios por qué. La cosa es que no decaiga esa persistente dualidad que ha conseguido que existan dos ciudades dentro de una y un giraldillo (representando a una mujer guerrera con lanza, escudo con mascarón y casco con penacho de plumas) que se mueva por donde sopla el viento. Hasta la Giralda tiene dos partes y dos estilos: el que corresponde al arte islámico y el cristiano. La torre es un antiguo alminar de mezquita almohade y el campanario de estilo renacentista construido para la catedral cristiana. ¿Se trata de Atenea o de Minerva? Dependerá de a qué sevillano se lo pregunte usted. Si le pilla cabreado igual le suelta que el modelo lo tomó el artista de una camarera de "Los Corales" o de una canastera de la calle del Potro emparentada con Manolo Caracol. Nunca se sabe.