La felicitación navideña del
presidente de la Comunidad
de Madrid publicada en su cuenta de Twitter es de mal gusto por lo que tiene de
racista. Cuentan en su descargo que “ha sido un error de su equipo”. Pues muy
bien, Ignacio González tiene dos caminos: o dimitir personalmente de todos sus
cargos políticos, o cesar de inmediato al responsable que ha pinchado en su enlace. La Derecha española tiene
un problema que debería hacérselo mirar.
En sus filas hay indivíduos que alientan la xenofobia y el racismo. Primero
dejan sin servicios médicos a los “sin papeles” y, a continuación, lanzan
mensajes rayanos en el nazismo. Eso sí, al verse criticados y en una situación
claramente comprometida, se limitan a pedir disculpas como si te hubiesen
empujado al caminar por la calle. Algunos tipos que mean agua bendita suponen
que pedir disculpas al atropellado en su dignidad equivale a acercarse al
confesionario para conseguir el perdón inmediato y hacer borrón y cuenta nueva.
Cualquier español da por hecho que las cuentas de Twitter de los presidentes de
Comunidades Autónomas, que forman parte intrínseca del Estado, tienen como una
de las más importantes funciones la de poder ofrecer información institucional
tanto a los medios como a los ciudadanos. De ninguna de las maneras puede
utilizarse como arma arrojadiza contra personas de distinto color de piel. Por
otro lado, mentar a los Reyes Magos en España, con la que está cayendo, es como
nombrar la cuerda en casa del ahorcado. Por desgracia hay muchos niños en
España que no tendrán juguetes, que todo lo más sólo pueden hacer una comida
diaria, y que observan desarmados moralmente y cautivos de una situación que no
entienden, cómo sus padres sufren un quinario insufrible
por culpa del desempleo y las amenazas de desahucio de sus viviendas por parte
de bancos y cajas de ahorro, para las que sí hay dinero. Visto lo visto, ya he
tomado la decisión de mandar al Estado a la mierda. Ignacio González: te escupo
en la cara.
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