jueves, 29 de octubre de 2020

Mirarse en los espejos deformes

 

David Bollero, en Público, en su artículo “Vivir a cuerpo de rey”, escribe a propósito de la subida que el Ejecutivo tiene prevista para el mantenimiento de la Casa Real, en torno al 6,9%, equivalente a más de medio millón de euros. “El Gobierno –escribe Bollero- ha debido de entender que la Familia Real no puede perder poder adquisitivo, que la vida está muy achuchada y el rey no puede pasar hambre. Es imposible que nadie en este amplio Ejecutivo no haya deslizado el revuelo que se iba a armar, toda vez que la Corona española y sus escándalos han sido y son el hazmerreír de Europa. Y como es imposible, la conclusión es que esta subida forzada y gratuita del presupuesto real es, hablando en plata, un escupitajo en la cara de esos millones de, no digo ya republicanos, sino demócratas que, al menos, reclaman la restauración del derecho sustraído a poder decidir”. (…) “Hoy es un buen día -continúa escribiendo Bollero- para recordar a esos millones de pensionistas, a los especialmente enamorados de los Borbones, que mientras que a ellos no les subirá la pensión ni siquiera un 1%, a Casa Real se le subirá casi siete veces más, porcentualmente hablando”.  Mientras esas cosas suceden, la prensa de la derecha sigue insistiendo a sus lectores en que el Gobierno de Sánchez pretende cargarse la Monarquía. Da lo mismo que una buena parte de la ciudadanía esté a punto de la desesperación por su falta de recursos para poder llegar a fin de mes. Importa un bledo, según se desprende, de que muchos niños no puedan hacer tres comidas diarias. Los componentes de este Gobierno, incluido el  esperpéntico vicepresidente del moño, parece que fuesen todas las mañanas, antes de acudir a sus respectivos despachos, a mirarse de cuerpo entero en los espejos deformes del madrileño callejón del Gato. Y eso, ¡qué quieren que les diga!, siempre produce un raro escalofrío en las personas decentes.

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