Brindis al sol

 

Cuando ya han transcurrido 85 años desde el golpe de Estado de 1936 contra la  República, el Gobierno que preside Sánchez ha aprobado en segunda vuelta el anteproyecto de de ley de Memoria Democrática donde se condena y repudia aquel golpe de Estado y el régimen franquista posterior, algo  que a mi entender, además de la forma de Estado que queríamos, debería haberse llevado a cabo en las Cortes Constituyentes antes de la consulta popular del ya lejano 6 de diciembre de 1978. Que a estas alturas se pretenda “resignificar” (espantosa palabra) el Valle de los Caídos, sacar al Ausente del altar mayor de la macabra basílica de Cuelgamuros, deshacerse de los frailes benedictinos que lo ocupan y hacer una tipificación como delito de apología del franquismo en determinados supuestos (no sabemos cuáles), es como un  brindis al sol  ante la galería. También está prevista  la retirada de determinados honores, medallas y  de parte de los 37 títulos nobiliarios concedidos por Franco, 17 de ellos a militares. Queda claro que este anteproyecto  Ley de Memoria Democrática, de aprobarse, será lo más parecido a sacar y orear mantones de Manila del baúl de la Piquer. Seamos claros: hurgar en el pasado para solapar (otra espantosa palabra) los verdaderos asuntos del presente que afectan, y mucho, a los contribuyentes hartos, entre los que yo me encuentro, no es una novedad en este circo carpetovetónico de puertas giratorias, leyes draconianas (la Revisión Permanente Revisable para determinados delitos es una de ellas) y unos tribunales de Justicia imprevisibles en un Estado donde la Ley no es igual para todos. Por tener, tenemos hasta un Tribunal Constitucional, que es una especie de sanedrín que interpreta la luz de la Torá (la Constitución) a criterio de unos sabios jajamim, que carecen de independencia material o funcional, con miembros elegidos por el poder político y que no forman parte del Poder Judicial. Y entre tanto Salomón y tanto Pentateuco, los españolitos de a pie hemos perdido el verdadero enfoque de las cosas que de verdad nos afectan.