martes, 20 de julio de 2021

Elogio de los abrelatas de llave

 


Hace ya tiempo elogié el famoso abrelatas  “explorador”. Era un adminículo imprescindible en el hogar. Existían otros, entre ellos uno que venía incorporado en las cajitas de sardinas, en forma de llave, con una ranura que había que encajar en una lengüeta existente en la lata para darle vueltas. A día de hoy las latas llevan incorporada una anilla de la que hay que tirar con fuerza, y con cuidado, en evitación de que pueda producir un corte en la muñeca. Otro de los adelantos es que las latas de conservas llevan un rebaje en el nervio de su base inferior para poderlas apilar sin que se derrumben como las columnas del templo filisteo por la fuerza de Sansón, según se describe en el Libro de los Jueces. La lata de conservas con llave incorporada fue un invento en 1866 del neoyorquino J.Osterhoudt. Todavía recuerdo cuando las pequeñas latas de filetes anchoas de “Carlos Albo” en aceite puro de oliva iban dentro de una caja que contenía la llave para su apertura y un palillo plano para extraerlas. Aprovecho para recordar que la  denominación “aceite puro de oliva” quedó obsoleta a partir de 1987, cuando se aprobaron nuevas calificaciones: aceite de oliva virgen extra, aceite de oliva virgen, aceite de oliva y aceite de orujo de oliva. Más tarde se ideó un abrelatas de llave cuya ranura disponía de una abertura lateral para poder recuperarla. Ignoro quien fue su inventor. Un amigo de la infancia me asegura que fue el doctor Franz de Copenhague, que a su vez fue un invento del ilustrador Josep Serra Massana (1896-1980) en 1935 basándose, según unos, en el cómic norteamericano “Inventions of Professor Lucifer Gorgonzola Butts”; según otros, tomado de la revista francesa “Péle-Melé”, donde aparecía una sección que se llamaba “Les inventions of Péle-Melé”. Lo cierto es que fue ilustrado magistralmente por varios dibujantes. El último de ellos, desde1960 hasta el final de la revista de humor TBO en1979, fue Ramón Sabatés i Massanell (1915-2003), que incluso llegó a poner en práctica en su casa alguno de aquellos extravagantes inventos.

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