domingo, 12 de enero de 2025

Cuestión de dídimos

 

 

Hoy, en El Debate, Alfonso Ussía hace referencia a la altura de los reyes de España. Pero no se refiere a su altura ética, como sería lo deseable. Su referencia está relacionada con su altura física, que es lo que parece que le impresiona sobremanera a ese plumilla con ínfulas de archiduque de opereta. Y sin  que venga a cuento, hace un exhaustivo repaso a los Austrias y a los Borbones, como lo podría haberlo hecho sobre los Trastámara, los Saboya o los Bonaparte, donde Ussía incluye a un tal Juan III, cuyo nombre  no consta en los libros de Historia como monarca, por más que se empeñe. La estatura de los Austrias es fácil de conocer por el tamaño de sus arneses. Dice Ussía a ese respecto: “Los Austria estilizaron la estética de los Reyes de España, y con la salvedad de Alfonso XII, ahí están Alfonso XIII, Don Juan De Borbón – Juan III-, Don Juan Carlos, Don Felipe y ahora, la belleza de la Princesa de Asturias, que uniformada es la síntesis de la estética y el buen gusto”. Mezcla linajes y confunde churras con merinas. Sobre Alfonso XII aclara que, aunque no fue alto de estatura, “fue un Rey bravo, el Rey de la Restauración, hijo de don Francisco de Asís y de Isabel II, no era alto, pero superaba esa contrariedad con una gran personalidad y un par de dídimos muy bien colocados”. Contrariedad, ¿por qué? Ser bajito de estatura no es un defecto físico, que a mí me conste. Por otro lado, eso de los dídimos (en griego δίδυμος) de Alfonso XII parece difícil de mensurar con el rigor necesario. Sebastián de Covarrubias hizo referencia a Dídymos: “Hombre que avía cometió adulterio, y tratando de la pena que se le avía de dar, dixo Diógenes, que merecía le colgasen de su nombre” (Acad. 1925 y ss.). Se cree conocer que Alfonso XII pudo ser hijo del militar valenciano Enrique Puigmoltó y nieto del II conde de Torrefiel, cuyo romance con la reina duró casi tres años y le valió a éste muchas condecoraciones y prebendas, entre otras, la ‘Gran Cruz de San Fernando de primera clase’ y el título de vizconde de Miranda. También fue apodado como ‘Pigmoltejo’. Murió en 1900, cuatro años antes que la reina. A nadie se le escapa que el linaje de los Borbones es a todas luces imperfecto. Ya conocen el dicho: "Nadie diga de esta agua no beberé ni este cura no es mi padre". No obstante, algunos historiadores atribuyen la paternidad de Alfonso XII a Enrique de Borbón, hermano de Francisco de Asís y cuñado de la reina, muerto en duelo de pistola en la dehesa de los Carabancheles (cerca de Alcorcón) frente a su primo, Antonio de Orleans, el 12 de marzo de 1870. Isabel II fue de una ninfómana de libro, y su marido, de la cáscara amarga. Aquel matrimonio acordado entre primos hermanos cuando ella contaba 16 años fue como tratar de unir aceite con agua, algo difícil de emulsionar.

 

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