A la derechona aragonesa no le gustan los artículos de José Mendi. Tanto es así que Azcón y Chueca, ya han pedido a Pilar Alegría que lo ‘aparque’ como asesor en el grupo socialista en las Cortes de Aragón después de haber escrito el artículo “Nadalia Chueca” en El Periódico de Aragón. Mendi, que fue diputado autonómico de IU, a mi entender, como cualquier otro ciudadano está en su pleno derecho de escribir lo que le venga en gana a favor o en contra de las personas que gobiernan tanto Aragón como la Alcaldía de Zaragoza, ambas instituciones subordinadas a los caprichos de Vox. Personalmente he leído el artículo de Mendi y no encuentro motivo alguno para que deba ser cesado por Pilar Alegría. En otro artículo suyo en el mismo diario, “Omisones Obreras”, Mendi señalaba que “en Aragón, la anormalidad es demasiado normal”. En su artículo “Nadalia Chueca”, Mendi comentaba que “debemos diferenciar a las personas vacías de las huecas. A las primeas las dirige un cerebro en ebullición que siente la nada en su cuerpo. En cambio, los sujetos huecos se inflaman de artificialidad para camuflar una materia gris de tono vainilla”, y hacía referencia a Alejandro Dumas, quien afirmaba que “las personas huecas son como los cántaros, que hacen más ruido cuanto más vacíos están”. A mi entender, y así lo he escrito en varias ocasiones, la alcaldesa Chueca me parece derrochona, fatua y con una pésima educación en el buen gusto. Debe estar convencida, aunque no lo sepa a ciencia cierta, de que el dinero del contribuyente sale del terruño como sucede con las remolachas o los cebollinos. De no ser así, carecen de sentido los derroches de luces navideñas a mayor gloria de la empresa sevillana “Ximénez”, el disparate de la nueva Romareda para un equipo de fútbol pésimo y de Segunda División, o el estrambótico “Street Fashion Day 2025” en la Plaza del Pilar; donde, para mayor inri, en la Fuente de Goya se ha habilitado un espacio amueblado con la colaboración de IKEA. ¿Se puede ser más hortera? Todo ello cursi hasta la grosería, como un repollo con lazo o un ataúd con pegatinas. A los políticos a la violeta, como es el caso de esa alcaldesa, les interesa que haya muchos columnistas que hablen de ella, aunque sea para mal. Quizás por ello sea la última vez que la nombro. Prefiero dedicar mi tiempo a cosas más sensatas.
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