Ahora resulta que Carrefour
deberá indemnizar a una señora por haberse encontrado un tornillo dentro de de
la masa de la pizza que había adquirido. Ya está, ese será el tornillo que me
faltó a mí cuando intenté montar una mesa de ordenador en casa. Faltaba un
tornillo y no hubo manera de que quedase en perfecto estado de revista. Por uno
de los lados se mueve y baila cuando intento cambiarla de sitio. También puede
que fuese el tornillo que le falta en su cerebro a Arias Cañete, cuando dijo lo
que dijo sobre las mujeres tras enfrentarse a Elena Valenciano en el farragoso debate
de cifras y herencias recibidas de cara a las elecciones europeas. Cañete diría
más tarde que “el debate entre un hombre y una mujer era muy complicado. Si
haces un abuso de superioridad intelectual, o lo que sea, parece que eres un
machista”. Si les digo la verdad, hay cosas más importantes que un tornillo de
más o de menos y sobre las que no sabemos nada los españolitos de a pie. A mí
me empiezan a mosquear los 5 últimos viajes que ha hecho en pocas semanas al
Golfo Pérsico el Jefe del Estado. Se nos “vende” la información en los medios
como si el Rey se hubiese convertido en un empresario experto en el mundo de
los negocios, se supone que al servicio de los intereses de España. Demos por
bueno que uno de aquellos viajes fue por afianzar más si cabe el asunto del AVE
La Meca-Medina.
¿Y el resto de los viajes? Los españoles, dando por supuesto que la soberanía reside en
el pueblo, deberíamos estar enterados de qué negocios se están ventilando en
esos secos territorios y si tales supuestos negocios nos benefician a todos. Se
impone la transparencia. El Jefe del Estado ni es un broker ni es un
intermediario comercial. Para los asuntos comerciales y la consecución de
posibles contratos de trabajo en beneficio de España, si acaso, ya están los
ministros con sus respectivas responsabilidades. Y para los brókers ya está la Bolsa. Como decía al
principio, a una señora de Cataluña le apareció un tornillo en la masa de la pizza,
pidió responsabilidades y hasta ganó un juicio. Es lo normal en estos casos.
Pero los viajes y las actuaciones del Rey deberían ser explicados en el
Congreso de los Diputados por ver si, de ese modo, nos enteramos todos qué es
lo que se ventila. Debiera ser, también, al menos a mi criterio, normal en estos casos, aunque
sólo fuese por evitar suspicacias. La
Corona no pasa por su mejor momento ni dentro ni fuera de
España. Y los españoles, tampoco.
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