Josu Bergara López, alcalde del
Concejo de Sestao por el PNV, parece ser que se niega a empadronar a
inmigrantes. Pero no sólo se niega a empadronarles sino que ha dicho que piensa
“echarlos a hostias”. También les llamó “mierdas”. Y sus desacertadas palabras
fueron grabadas. Un representante institucional, a mi entender, ni debe
utilizar ese lenguaje despectivo dentro del Ayuntamiento ni debe adoptar
planteamientos xenófobos más propios del francés Le Pen que de un alcalde
nacionalista vasco. ¿Qué hubiese sido de los pasados intereses vascos sin las
ayudas prestadas por otros colectivos provenientes de todas las regiones de
España? Al alcalde de Sestao sólo le permito que haya registrado su apellido
Bergara con “be”, puesto que la “uve” no existe en vascuence. Nada más. Sestao
es uno de los pueblos en donde estuvieron asentados los Altos Hornos de
Vizcaya, concretamente el Horno Alto Nº 1 desde que fuera inaugurado el 18 de
noviembre de 1959 y amadrinado por Asunción Orive Muñoz. Por cierto, aún sigue
en pie aunque de adorno junto a las vías del ferrocarril. Josu Bergara, que se
las da de machote frente a los más desprotegidos, quiere “echar a hostias” a
los emigrantes y a todo extranjero que se asome por ver la ría y el mar. Menos
mal que servidor de ustedes es socio de ACNUR, desde donde se procura
ayudar la todos aquellos que son
“echados a hostias” de todas partes, incluidos los que aparecen por Sestao en
un vano intento de buscar de un mundo mejor. Este hombre público, con el que
nunca me sentaría a tomar un café, debería reflexionar. Los Altos Hornos como
empresa ya no existe, pero la Acería
ArcelorMittal Sestao, es propiedad de un tipo que se llama
Lakshmi Narayan Mittal, nacido en el distrito de Churu de Rajasthán, en la India, y da trabajo a muchos
ciudadanos vascos. ¿También al señor Mittal lo echaría Bergara a hostias? No me
extraña que Sestao cuente en la actualidad con la tasa de paro más alta de todo
el País Vasco (26%) si consideramos que Josu Bergara dice que “echa a hostias”
a todo el que se acerca por el Alto de Aizpuru,
por el Alto de Mendieta o por la vera del río Galindo. En el Alto de
Mendieta está el cementerio y allí acostumbran a quedarse para siempre los que
nunca regresarán a escuchar las sandeces que dice este lerdo. Y un poco de
refresque de memoria para el alcalde Bergara: en la época visigoda, Sestao
perteneció al ducado de Cantabria. Durante la Reconquista perteneció
al Reino de Asturias y más tarde al de León. Y durante 60 años al Reino de
Navarra, hasta pasar a formar parte del Reino de Castilla. Como puede comprobar
ese sansirolé, aquí todos somos españoles y no nos avergonzamos de serlo. Hay
que ser hospitalarios con aquellos que llegan de fuera en busca de mejor suerte
y que en su país de origen no tienen esperanza. El sol sale para todos.
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