viernes, 12 de febrero de 2021

Oficio de tinieblas

 


Leo en El Correo de Andalucía un artículo de Ramón Reig que me ha llamado la atención y me ha trasladado con la mente a los tiempos más duros del final del franquismo. En su trabajo, “El espíritu del 12 de febrero y el hoy”, Reig hace referencia al ya lejano discurso que Arias Navarro pronunció en las Cortes Españolas donde éste anunciaba la creación de asociaciones políticas controladas por el Régimen, que terminarían siendo el embrión de los futuros partidos políticos. Arias había jurado su cargo de presidente del Gobierno poco antes, el 2 de enero de 1974. Dos días más tarde cesaban 10 ministros del Gobierno de Carrero Blanco y otros 5 conservaban el cargo. Cinco días más tarde, el 9 de enero, un consejo de guerra sentenciaba a muerte a Puig Antich. EL día 11 llegaba a España Kissinger en una visita relámpago; el precio de la gasolina subía un 30%; el Consejo de Ministros arrojaba 54 nombramientos; el Príncipe de España regresaba de un viaje a Estoril; y Pío Cabanillas, recién nombrado ministro de Información y Turismo, afirmaba que “hay que dar al fenómeno informativo una mayor dimensión”. El día 19, Ricardo de la Cierva ofrecía a Camilo José Cela la presidencia del Ateneo de Madrid. Cela la aceptó. El día 24, afectados por el dahir de “marroquinización” 3.500 españoles se vieron obligados a abandonar Marruecos. El 6 de febrero las deudas de “Horizon Holidays” a la industria española se elevaban a 400 millones de pesetas y Standard Eléctrica rescindía el contrato a 4.000 trabajadores. Al día siguiente, Herrero Tejedor (que más tarde moriría en Adanero por accidente de tráfico) afirmaba que “la pena de muerte como medida de prevención y de contención para la delincuencia es altamente positiva”. Ese mismo día Juan de Borbón marchaba a París entre la expectación y el escándalo. El día 8, Seida despedía a 282 trabajadores, comenzaba la huelga de Potasas de Navarra y Enasa sancionaba a 650 obreros. El día 26, una pastoral del obispo Añoveros ponía nervioso al Gobierno, que días más tarde le ofrecería un avión para que se marchase de España. El día 1 de marzo el Gobierno se daba por enterado de las dos penas de muerte contra Puig Antich y Heinz Chez. Comenzaron a producirse manifestaciones en todo el país por la no conmutación de esas penas de muerte. A Añoveros le ofreció el Gobierno un avión para que se marche. Éste se negó a expatriarse. Subidas de los hidrocarburos y de las tarifas eléctricas. El día 2 se llevaban a cabo ambas ejecuciones. Los días siguientes aumentaron las manifestaciones en todo el territorio nacional y en Europa. También abundaron los paros y las huelgas en los centros de producción. Cela renunció a la presidencia del Ateneo y se cerró por incidentes la Universidad de Barcelona. Se ponía fin a aquel aciago mes de marzo de 1974 con un nuevo salario mínimo de 225 pesetas. Aunque ya se ha apagado el tenebrario de las 15 velas y todavía no hemos entrado en el periodo de Cuaresma, bueno es recordar aquí y ahora mediante maitines, laudes, vísperas, completas y el canto del miserere lo que significó el comienzo de la pudrición de un Régimen autoritario que duró demasiado en el tiempo y que todavía algunos españoles, cada vez menos, añoran con enfermiza nostalgia y sin una pizca de contrición. Como dijo el torero Rafael El Gallo cuando le presentaron a Ortega: “Hay gente pa’tó”.

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