lunes, 1 de febrero de 2021

Escrito sobre papel de estraza

 


A mí me sucede, no sé si a alguno de ustedes también, haber quedado fascinado con determinada película vista hace muchos años. Pasado el tiempo, cuando vuelvo a verla, aquella fascinación se ha evaporado como el agua de un charco. Sucede algo parecido con muchos recuerdos infantiles: una casa, un paisaje, una sombría callejuela… Siempre recuerdo, pese a haber transcurrido más de 65 años, el Parque “Rosalía de Castro” de Lugo como una especie de paraíso terrenal, con su olor a humedad de los bancos de piedra; las blancas ocas en el estanque;  unos pavos reales a su libre albedrío extendiendo el abanico de sus colas; el control de unos guardaparques que vestían  sombrero de ala ancha doblado en vertical por una de sus alas, al que se les permitía lucir una escarapela distintiva con los colores nacionales, bandolera de izquierda a derecha y casaca; y el paisaje verdoso que podía contemplarse desde un mirador en el que podía divisar un sereno río Miño por el que se movían botes de muy pequeña eslora y con vela de forma trapezoidal en proa, piraguas y kayaks. A aquel mirador también acudían chavales dispuestos a dejar volar sus cometas. Me viene a la cabeza una espléndida foto de Ángel Carchenilla (1980) donde se puede ver a Antonio Mingote posando vestido de guarda del parque madrileño de El Retiro. Ello puede dar idea de cómo era el uniforme de aquellos guardas jurados responsables de procurar la conservación de los jardines (en los que estaba prohibido pisar el césped) y de mantener a raya la moralidad de las parejas de enamorados dentro de los recintos. Doy por hecho que hoy posiblemente dejaría de fascinarme aquella película en la que puse todas mis complacencias, que la casa me parecería más pequeña, que el paisaje sea distinto, que las ocas y los pavos reales sólo queden presentes en la música de Saint-Saëns, y que la sombría y solitaria callejuela de antaño esté hoy plagada de güisquerías americanas en las que carece de jurisdicción el sensato guardaparques.

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