lunes, 20 de febrero de 2023

Lunes de las rosas

 




Al lunes de Carnaval se le conocía como lunes de las rosas. Hay varias versiones: quienes afirman que ese nombre se debe al color de la casulla que usaban  los curas el domingo anterior al Miércoles de Ceniza, y aquellos que entienden que el Domingo de las Rosas se celebraba en mitad de la Cuaresma, se interrumpía el ayuno por un día y el Papa bendecía una rosa dorada. A mí me gusta más el martes de Carnaval. Me recuerda la trilogía teatral escrita por Valle Inclán y publicada en 1930 (Madrid. Cía. Iberoamericana de publicaciones. Imp. Rivadeneyra, Ópera Omnia, vol XVII), donde el dios Marte queda degradado mediante el esperpento a un disfraz cómico. Su autor lo agrupa en tres esperpentos: “·Las galas del difunto”, “Los cuernos de don Friolera” y “La hija del capitán”. Valle Inclán distorsiona a los personajes como si los estuviésemos observando en dos espejos, uno cóncavo y otro convexo, como los que hubo hasta hace medio siglo en el exterior del bar Las Bravas, en el madrileño y sórdido callejón del Gato, cerca de la plaza de santa Ana, sobre los que dio cuenta Ramón Gómez de la Serna y donde Valle Inclán situó “Luces de bohemia” y su personaje Max Estrella (1924), fiel reflejo del pintoresco personaje Alejandro Sawa, escritor muerto en la calle Conde-Duque número 7 en la más profunda penuria el 3 de marzo de 1909. La denominación oficial es calle de Juan Álvarez Gato, que fue un poeta madrileño del siglo XV y mayordomo de Isabel la Católica, enterrado en la iglesia de San Salvador, que fue derribada en 1840. Según dejó escrito Antonio Capmany Montpalau en su libro “Origen histórico y etimológico de las calles de Madrid” (1863) “cuando se demolió  este templo, de la sepultura extrajeron un  ataúd bastante maltratado, y dentro de él se descubrió un esqueleto enteramente formado que debería ser el del poeta. No sabemos qué suerte le cabría entre el montón de escombros donde fue arrojado”. 

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