lunes, 6 de febrero de 2023

Sin rigor histórico

 


Si les digo la verdad, nunca he sabido la razón por la que en 1964 la ciudad de Calatayud se hermanó con Glenn Ellyn, en Illinois. Tampoco conozco por la que Calatayud se hermanó con Gáldar, en Gran Canaria; con Deuville, en Italia, en 1989; y con Auch, en Francia, en 2009. Mi interés me llevó a intentar conocer los motivos de tales hermanamientos y tampoco he conseguido averiguarlo. La culpa es mía, por no habérselo preguntado en su día a dos cronistas oficiales bilbilitanos con los que tuve amistad: Pedro Montón Puerto y José Verón Gormaz. Ya es imposible que pueda hacerlo por la simple razón de que ambos amigos, por desgracia, no se encuentran entre nosotros. Solo conozco que la hermandad de Calatayud con Gáldar fue consecuencia de la celebración del quincuagésimo aniversario de la supuesta presencia en Calatayud de Tenesor Semidán, último caudillo aborigen (guanarteme) de la isla de Gran Canaria, que juró fidelidad y vasallaje ante los Reyes Católicos y que fue cristianado en 1482 (tras su captura y ser llevado a la Península) con el apadrinamiento del rey Fernando y tras adoptar el nombre de Fernando de Guanarteme y recibir el sacramento de manos del por el arzobispo de Toledo. De la misma manera, su esposa, Abenehara, tomó el nombre de Juana (o Ana) Fernández. Posteriormente colaboró en las conquistas de La Palma y Tenerife a las órdenes de Alonso Fernández de Lugo. Fernando de   Guanarteme murió en Tenerife en 1496 y fue enterrado en  la ermita de san Cristóbal, en La Laguna. La hermandad ente Gáldar y Calatayud tuvo lugar el 30 de mayo de 1981,  siendo entonces alcalde de Calatayud José Galindo y de Gáldar, Nicolás Guerra. Cuarenta años más tarde, en 2021, una representación de la corporación municipal bilbilitana presidida por el alcalde José Manuel Aranda visitó Gáldar para renovar aquel hermanamiento, quiero suponer que con dinero público, que, como dijo la ministra Carmen Calvo, "no es de nadie". También he podido averiguar que (según el libro “La conquista de Gran Canaria, 1878-1483”, de Juan Lobo, editado por su Cabildo  y presentado en la Casa de Colón el 19 de diciembre de 2012),  el conocido como  “Pacto de Calatayud” por el que se acordó la anexión de Gran Canaria a la  Corona de Castilla no tuvo como representante de los canarios a Fernando de Guanarteme  porque éste nunca pisó Aragón aunque sí  estuvo en Cádiz, donde desembarcó, en Sevilla y en Córdoba, donde fue bautizado. Sin embargo, todo el que vaya a Calatayud podrá comprobar que existe la calle  de Gáldar y un monumento en recuerdo de Fernando  de Guanalterme con una placa que indica: «Calatayud 1481. Firma del Pacto de la Unificación de Gran Canaria a España por los Reyes Católicos y el monarca canario Fernando de Guanarteme». Carece de rigor histórico.

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