lunes, 13 de febrero de 2023

Una verdad a medias

 


Estoy leyendo una novela de Alfonso Grosso titulada “Giralda” (Planeta, 1982)  y al poco de comenzar su lectura, ya en la página 18, descubro un error a medias del autor. Escribe Grosso: “…Círculo de Labradores y Propietarios, situado junto al Credit Lyonnais, en la esquina de la calle Sierpes, lugar donde se alzara la antigua cárcel y cumpliera condena de siete meses, en 1579, Miguel de Cervantes”.  Eso es, a mi entender, solo cierto a medias. Cierto que Cervantes fue encarcelado en Sevilla en 1597 (no en el año que dice su autor) en un edificio pintado en negro y con varios patios. Y hasta es posible, aunque no se sepa con certeza, que también estuvo preso entre los años 1601 y 1602 en razón de algunas malversaciones en el cometido de su función de recaudador de deudas. Pero por fortuna ello no evitó que a finales de 1604 ya estuviese terminado “El Quijote”. El Círculo de Labradores y Propietarios fue fundado en 1859 por varios terratenientes, recibió título real en 1917 de manos de Alfonso XIII y en 1923 se hicieron los primeros estatutos siendo presidente Luis Benjumea Calderón. Ocupó varios lugares. Originariamente en la plaza del Duque de la Victoria, número 6 (Pascual Madoz hace referencia en su Diccionario geográfico-estadístico señalando que ahí estuvo una sociedad creada en 1844 denominada El Casino); más tarde en la calle Sierpes, números 52-54 entre los años 1887 y 1949; y, posteriormente, en el número 95 de esa calle, donde antes estuvo el Café de la Iberia; de ahí se trasladó a la Plaza Nueva, número 19; y en 1951 pasó a ocupar  un antiguo colegio agustino del siglo XVII con fachada lateral a la calle Sierpes. En 1810, con motivo de la Guerra de la Independencia, fue clausurado y en ese lugar se instaló una oficina de Crédito Público que cerró dos años más tarde. Tras la Desamortización estuvo la sede de la Academia de Nobles Artes de Santa Isabel de Hungría; y posteriormente, una estafeta de Correos hasta 1930. Fue en1948 cuando el Ayuntamiento de Sevilla entregó el edificio al Círculo de Labradores, que en 1962 invirtió 25 millones de pesetas en la instalación de un centro deportivo. De ello dio cuenta el diario ABC de Sevilla el 26 de enero de aquel año. En el solar del edificio del Café de la Iberia es donde antes estuvo la Cárcel Real que albergó a Cervantes. Por eso digo que lo que cuenta Grosso es una verdad a medias. Por cierto, estando el Círculo de Labradores en Sierpes, 95, no tenía bar propio y los socios mandaban  a los empleados que trajeran el aperitivo de un bar próximo que se llamaba La Taberna Entrecárceles. Con el nombre de la calle Pedro Caravaca se hizo homenaje a la memoria de Pedro Caravaca Rojé (1891-1933), ingeniero, empresario, secretario de la Federación Económica de Andalucía y muy vinculado a la Exposición Iberoamericana de 1929, asesinado el 20 de mayo de 1933 en la calle Recaredo sobre las cinco y media de la tarde, cuando salía de la fábrica de la Fundación  Cobián, de la que era gerente, en un coche de caballos.

 

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