martes, 5 de agosto de 2025

Cambio de aguja

 

 

Todavía existen en España pueblos a los que no se les ha cambiado el nombre por la exigencia de la Ley de Memoria Democrática, entre ellos la pedanía de Villafranco del Guadiana (Badajoz),San Leonardo de Yagüe (Soria), Llanos del Caudillo (Ciudad Real), Alberche del Caudillo (Toledo), Alcocero de Mola (Burgos), Quintanilla de Onésimo (Valladolid), etcétera. Villafranco de Guadiana es imposible encontrarlo en el “Madoz” por tratarse de un pueblo de colonización, construido con el “Plan Nacional de Colonización” y que en la actualidad cuenta con 1.500 habitantes. Fue creado dentro del “Plan Badajoz”, proyectado y edificado en 1955 con viviendas para colonos, iglesia y escuela. Con aquel “Plan” franquista se hicieron embalses y canales para regular el Guadiana e incluso se “obligó” a construir la ‘Azucarera del Guadiana’, en La Garrovilla (entre Mérida y Montijo) a un consorcio formado por las tres compañías azucareras existentes entonces (General, Ebro, e Industrias Agrícolas) aún a sabiendas de que el cultivo de remolacha en esa zona, por las características del suelo, no era atractivo ni rentable para los agricultores. De hecho, apenas se consiguieron sembrar 3.500 hectáreas en su mejor momento. Por decirlo alto y claro, resultaba más productivo un terreno de secano en Zamora que de regadío en Badajoz. La ‘Azucarera del Guadiana’ comenzó su actividad en la campaña 69-70.  La escasez de remolacha fue la causa de que no se estableciese ninguna otra factoría para la elaboración de alcohol de melaza. El “Plan Badajoz”, como digo, nunca cumplió sus expectativas en su vertiente industrial. En el excelente trabajo “Autarquía e intervención: el fracaso de la vertiente industrial del Plan Badajoz” (Carlos Barciela, Inmaculada López y Joaquín Melgarejo. ‘Revista de Historia Industrial’, núm. 14, año1998, Univ. de Alicante) se señala: “El Plan Badajoz estuvo motivado por la necesidad de paliar las deficiencias estructurales propias de una zona atrasada, cuyos índices  más característicos eran excesivo porcentaje de mano de obra en la agricultura, población con altos niveles de desocupación, renta per cápita inferior a la media nacional, problemas de desigualdad en la distribución de la riqueza, falta de capitalización y de ahorro, economía de subsistencia, bajo nivel de vida de la población y deficiente dotación de infraestructuras”. También se hace constar en ese mismo trabajo que “hubo un alto grado de intervención estatal”. De tal manera que “los directores del Plan tenían ‘mentalidad del ingeniero’, buscando la producción por sí misma sin conciencia de los costes comparativos, con un rígido afán ordenancista de carácter militar, que les llevaba a ignorar los más elementales principios de la economía, y a sustituir criterios económicos de asignación por otros de carácter político o, en ocasiones, de influencia personal. No en vano, la Secretaría Gestora del Plan, dependiente del INI [creado en 1941] fue desempeñada por un militar, ingeniero y estrecho colaborador de Suanzes”. Se refiere el texto (aunque no lo cita) a Enrique Martín. Por si alguien no lo sabe, Juan Antonio Suanzes Fernández (Ferrol, 1891 – Madrid, 1977) fue el fundador y primer presidente del INI, además de ministro de Industria y Comercio. Ya perdonará el lector que haya comenzado haciendo referencia a los pueblos que todavía llevan añadidos nombres de golpistas  para continuar, a renglón seguido, por otras trochas. Es lo que tiene el verano. Lo normal sería que hoy, día de la Virgen de las Nieves, estuviese con el ‘meyba’, la visera y las gafas manoletinas en una tranquila playa catalana. Pero he preferido seguir en casa, tecleando en el ordenador, escuchando sandeces a tertulianos televisivos y leyendo cuarto y mitad de las esquelas necrológicas en la prensa de papel. Con las calores y sin abanico pai-pai es fácil cambiar de vía sin mover el herraje de cambio neuronal. Sí, ya sé que calor y temperatura son conceptos diferentes, como demostró Joseph Black en 1760. Pero eso a mí no me sosiega.

 

No hay comentarios: