viernes, 2 de noviembre de 2012

Detalles que se agradecen




El mensaje de una paloma pudo cambiar el curso de la Segunda Guerra Mundial. No se sabe todavía qué cuenta el mensaje cifrado encontrado en una de sus patas y encontrada en el interior de una chimenea de Bletchingly, en la casa de un tal David Martin. Han pasado 70 años de aquel vuelo fallido y el mensaje de la paloma en cuestión ha perdido ya todo interés bélico, aunque estoy seguro de que será de gran interés para los historiadores. Se escriben ríos de tinta sobre los soldados fallecidos en combate en aquellos cinco años de infierno y de los “daños colaterales” sobrellevados por el personal civil ajeno a cualquier ofensiva, como sucede siempre en toda guerra, pero ni los ingleses ni los alemanes fueron capaces de erigir una figura, al estilo de la que tiene Viriato en Zamora, en memoria de las más de 250.000 palomas mensajeras que cumplieron una importante misión histórica con los columbogramas. Y ya que aludo al caudillo lusitano, me entero por “La opinión de Zamora” que el escultor Eduardo Barrón, muerto en Madrid en 1911, enterrado en la Sacramental de San Justo y autor de la figura de Viriato en bronce, será el primero en estar enterrado, una vez sean exhumados y trasladados sus restos desde Madrid, en el nuevo Panteón de Zamoranos Ilustres, según ha anunciado la alcaldesa de Zamora, Rosa Valdeón. Son detalles que se agradecen. Ya lo creo.

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