Señala hoy el diario ABC, a
propósito de ciertos rumores que circulan por España sobre una posible crisis
matrimonial de los Príncipes de Asturias, que lo que existe es “una crisis en
la percepción pública del matrimonio motivada por la interpretación errónea de determinados hechos”. ¡Toma ya! Eso es
lo que se llama retruécano. No sabía yo que esa “persona muy próxima” al
Príncipe fuese capaz de hacer figuras retóricas para conseguir un cambio de
sentido a lo que parece notorio. Lo decía Góngora: “Cuando pitas flautas,
cuando flautas pitas”. Ha quedado claro que los españoles tenemos continuas
crisis de percepción e interpretamos mal lo que se presenta frente a nuestros
ojos: tenemos crisis de percepción con la infanta Cristina en lo que respecta al “caso
Urdangarín”; tenemos crisis de percepción, si hacemos caso a José María Benito,
con respecto al Rey y sobre lo que representó la estancia española de la falsa
princesa Corinna
zu Sayn-Wittgenstein, alias Ingrid, con escolta oficial pagada por todos los
ciudadanos y el CNI encargándose de su protección en El Pardo (elPeriódico.com
20/8/13); etcétera, etcétera. El diario ABC dice una cosa y la contraria. Lo que hoy es una “crisis de
percepción”, hace sólo unos días era otra cosa. ¿O no es cierto que contó
Almudena Martínez días pasados que existían “señales de crisis entre los
Príncipes de Asturias en sus vacaciones privadas”? ¿Acaso no es cierto que
Almudena Martínez contó que “doña Letizia intenta marcar un espacio propio que,
a veces, choca con su condición de
Princesa"? ¿Se lo ha inventado Jaime Peñafiel? ¿Tiene Peñafiel crisis de
percepción cuando escribe que “La muchacha –refiriéndose a
Letizia Ortiz- quiere ser consorte sólo de 9 a 2 y los fines de semana que no cuenten con
ella”? Y sobre el Gobierno, qué decir. ¿Tenemos los españoles crisis de
percepción cuando tenemos claro que Rajoy mintió en el Congreso sobre el caso
Bárcenas? ¿Tenemos crisis de percepción cuando los ciudadanos damos por hecho
que la Justicia
es lenta y que, cuando determinados personajillos de mierda son condenados a
penas de prisión, ya se encarga el Consejo de Ministros de indultarlos?
Confundir los orzuelos con defectos del paisaje y utilizar el daltonismo y el
ventilador del “y tú más” es algo tan
habitual en política que uno ya no sabe si pitas flautas, cuando flautas pitas.
Tampoco, por desgracia, podemos preguntárselo a don Luis de Góngora y Argotes.
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