El aspirante a la Alcaldía de Zaragoza por el Partido Aragonés, Xavier de Pedro, propone a sólo una
semana de la apertura de los comicios municipales la reconstrucción de la Torre Nueva, derribada por
acuerdo municipal en 1892. No hace referencia a su coste, pero sí de una
posible financiación popular. Ya sabemos que la Torre Nueva se utilizó durante
los Sitios para vigilar a las tropas francesas y dar aviso en momentos de
peligro, pero hoy los peligros que acechan al sufrido ciudadano vienen de otros
flancos. Y por si ello fuera poco, el señor De Pedro propone, además,
reconstruir la casa de la Diputación General
del Reino, creada en el siglo XIV y disuelta en 1708, situada detrás de la Puerta del Ángel, entre la Lonja y La Seo, más o menos donde se encontraba
el Cine Pax. En su interior, en la
planta noble, se hallaba la sala Susana de las Cortes del Reino y la Cambra del Cantón,
destinada al Justicia. Y en la planta superior,
el Salón de Cortes, donde había una talla en alabastro de san Jorge y el
dragón, obra de Miguel de Ancheta y
sus paredes estaban repletas de cuadros de reyes pintados por Felipe Oriosto, con sus respectivas
inscripciones latinas hechas por Jerónimo
Blancas. En otra sala contigua se reunía el Tribunal de Justicia y había
retratos de insignes magistrados. En el piso bajo estaban la Audiencia Real, decorada con
cuadros de Pablo Raviella, y la
capilla, donde y había un magnífico retrablo de Gil Morlanes. Ese edificio, al igual que sucediera con el Monasterio
de Santa Engracia, fue arrasado por los cañones enemigos, la rapiña y el fuego
durante el asedio francés. Pero no fueron esos los únicos monumentos
destruidos. Lo fueron también el palacio del conde de Aranda, la Universidad, el
Hospital de Nuestra Señora de Gracia, el Seminario Conciliar, la Cruz del Coso (situada
enfrente de la Puerta Cinegia),
una arcada del Puente de Piedra, los conventos de San Francisco, Predicadores, Santa Fe, San
Lázaro, San Agustín, San José, San Lamberto, Trinitarios, Santa Mónica,
Jerusalén, Nuestra Señora del Carmen, de Jesús, de Altabás, etcétera. En suma,
el aspirante del PAR a la
Alcaldía tiene tajo si pretende reconstruir parte del
patrimonio perdido. Es un brindis al sol. De Pedro sabe de antemano que tiene
muy reducidas sus posibilidades de ser alcalde. Tal vez me equivoque y el
aspirante del PAR a la
Alcaldía lo que pretende sea buscar los votos en las
residencias geriátricas. De no ser así, no se explica. Ya se sabe que el
Partido Aragonés, que más que un partido político regionalista parece que fuese
la Peña el
Cachirulo, siempre ha sido bisagra para alcanzar mayorías, (ora con el PP,
ora con el PSOE), pero dentro de una semana se presenta un panorama distinto.
El próximo día 24 hasta siete partidos pueden verse involucrados para formar
gobierno en Aragón. Y en la
Alcaldía de Zaragoza ni se sabe. Como digo, lo del PAR es
como un brindis al sol, pero al sol que más calienta. De eso sabe mucho José Ángel Biel, su actual presidente.
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