A Chany Sebastián
le sigo en su columna de opinión de El
Correo de Zamora. Me gusta lo que cuenta y cómo lo describe. Pero hoy tengo
que hacerle una observación a Chany. En su artículo “De ‘Moya Pan’ a Peña Resbaladera”, señala lo siguiente: “Tras la
dura posguerra, -en pueblos como Moldones llegó a racionarse hasta el agua para
beber y amasar el pan-, los pueblos optaron por canalizar el agua del campo a
fuentes urbanas. En Riofrío de Aliste en 1948 tenía lugar la primera traída de
aguas de Peñas de Mayas. Las estaciones del ferrocarril fueron los primeros
lugares en contar con agua corriente, allá por el 24 de septiembre de 1952,
cuando Francisco Franco acudió a inaugurar la línea [férrea]
de Medina del Campo a Orense. Tiempos de la Falange donde el yugo y las flechas eran testigos
mudos de charices y pilones”. He estado buscando la palabra charices (plural) en diversos
diccionarios y no he dado en el chiste. Pero no iba a eso. Doy por hecho
que al referirse Chany a la “línea” quiso
decir a la línea férea. El tramo Medina del Campo a Orense tuvo 19 estaciones:
Medina del Campo, Villaverde de Medina (apeadero), Naval del Rey, Venta de
Poyos, Castro Nuño, La
Rinconada (apeadero), San Román, Toro, Monte la Reina (apeadero), Fresno de la Ribera, Coreses, Zamora,
Monforte, Caníbal, Áreas (apeadero), San Esteban, Los Peares, Barra do Miño,
Orense. A Chany debo recordarle, también, y a eso iba, que la primera sección
de esa línea fue abierta en el siglo XIX, ya que la Compañía Medina del Campo a Zamora y Orense a Vigo (MZOV) puso en marcha en
1864 los tramos entre Medina del Campo y Zamora. En 1928 pasaron a formar parte
de la Compañía
del Oeste. Bien es cierto que su conexión hasta el noroeste peninsular no
llegó hasta 88 años más tarde, cuando se inauguró el tramo Zamora-Puebla de
Sanabria en septiembre de 1952. Por esas fechas, las locomotoras de vapor eran
de la serie 1000 de Oeste, que tenían
su depósito en Salamanca. Años más tarde, en 1957, comenzaron a funcionar entre
Zamora y Orense las famosas 141-F Mikado
fuelizadas. Se sabe que tales locomotoras estuvieron dos años sin circular
entre Medina del Campo y Zamora hasta que Renfe consolidó unos puentes para que
admitieran el peso por eje de las Mikado,
que entonces empleaban 4 horas y 38 minutos en recorrer los 249 kilómetros que separan Zamora de Orense. En
octubre de1942, Franco inauguró el viaducto
Martín Gil (que fue uno de los ingenieros de caminos que proyectaron el
arco hormigonado) sobre el embalse de Ricobayo, abastecido con aguas del río
Esla, que tiene un arco central de 192 metros de luz. Se encuentra entre los
municipios de Manzanal del Barco y Palacios del Pan. Se dio la circunstancia de
que Francisco Martín Gil no pudo ver
culminada su obra, al fallecer en junio de 1934. En reconocimiento a su
trabajo, una Orden de 14 de noviembre de 1935 dispuso que ese viaducto llevase
su nombre. Diez años más tarde, el 24 de
septiembre de 1952, una locomotora 1021 de Oeste
remolcó el convoy de Franco, para inaugurar el tramo Zamora-Puebla de Sanabria,
de 106 kilómetros.
El 1 de julio de 1957 volvió Franco a La Puebla de Sanabria para dar por finalizadas las
obras correspondientes al tramo Orense-Carvallino. Su convoy fue arrastrado por
la locomotora Mikado 141F2374. El 19 de octubre de 1964,
un tren de mercancías con destino a Zamora sufrió una explosión del material
pirotécnico que transportaba cuando el convoy terminaba de cruzar el viaducto Martín Gil, con la consiguiente
caída de ocho vagones al fondo del embalse y el fallecimiento de un trabajador
de Renfe, el mozo de tren José Vicente
Redondo. Vamos, todas esas epopeyas están en los archivos de NO-DO.
Dice Chany que “las estaciones de ferrocarril fueron los primeros lugares en
contar con agua corriente”. La razón es simple: las locomotoras de vapor
necesitaban proveerse de agua durante aquellos interminables trayectos.
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