En los artículos de opinión aquel que los escribe y publica
puede plasmar lo que le venga en gana pero debe medir aquello que cuenta. No
vale todo. Eso viene al caso con un artículo de opinión, “ETA y Podemos”, escrito y publicado en El Correo de Zamora por Carmen
Ferreras. Esa señora señala que “las veleidades en política se pagan, como
se pagan las compañías y las amistades peligrosas. El partido que lidera Pablo
Iglesias no hace ascos a la hora de apoyar a ETA, como no hace ascos a
la hora de pactar, si ello fuera preciso, con los bilduetarras en el poder de
algunas instituciones vascas. Ningún partido democrático quiere pactar con
Bildu, excepción hecha de Podemos”. Vayamos por partes: Bildu es una formación
política legalizada. Podemos, también. Y ambas formaciones políticas pueden
formar las coaliciones que entiendan convenientes con miras a conseguir el
gobierno municipal de determinados municipios. Sigue escribiendo Ferreras: “Gentuza
con las manos manchadas por la sangre, no de una, ni de dos, sino de muchas
víctimas, que ya se ven en las herriko
tabernas dándole a los txikitos,
mientras sus cientos de muertos se pudren en los cementerios de toda España”.
La señora Ferreras debería saber que esa “gentuza”
–como ella dice- si se encuentra en las herriko-tabernas
bebiendo txikitos, sidra El Gaitero, famosa en el mundo entero, o
Anís Las Cadenas, de finísimo
paladar, es por estar en libertad, es decir, por haber cumplido condena. O,
también, por tener unas ideas que no van por el mismo camino que las suyas,
pero que no tienen delitos de sangre. De ser así, como Ferreras cuenta, esa “gentuza”, como ella dice, estaría
penando en prisiones del Estado. Ferreras sigue escribiendo: “De vez en cuando
las teles públicas deberían poner, pensando en las nuevas generaciones de
españoles, imágenes de aquellos atroces atentados. Para que las nuevas
generaciones de españoles entiendan mejor el problema. El terrorismo en España
no se puede circunscribir únicamente al 11-M.
Hubo un antes sangriento, atroz, descarnado. El después dejó de interesar a
ETA. Pero ahí siguen. Sin entregar las armas. Planeando sobre la democracia
cuando conviene”. Menos mal que reconoce esa señora que los atentados del 11-M no fueron debidos a esa
organización terrorista, como así lo entendieron Acebes y el mismo Aznar.
A la señora Ferreras habría que decirle que las teles públicas deberían poner
también, ya puestos, las represalias y
los “paseos” del franquismo, una vez terminada la Guerra Civil. Y si
le tomábamos gusto a esas cuestiones, o sea, al asesinato de Canalejas en la puerta de Librería San Martín, los crímenes del capitán Sánchez y la bomba del Liceo. A
la señora Ferreras le diría que personalmente estoy en contra del terrorismo,
venga de donde venga, y que aborrezco a la organización ETA. “La República francesa –termina escribiendo esa señora- tiene el
convencimiento de que, a día de hoy, ETA todavía es peligrosa, no tiene
intención de disolverse y en su territorio hay cientos de pistoleros en
situación de ‘durmientes’ que podrían volver a empuñar las armas. A esa gente
es a la que apoya y defiende la formación de Pablo Iglesias y el propio líder
populista. Incluso hay presos de ETA que están animando a otros reclusos de las
cárceles que nada tienen que ver con el terrorismo a votar a Podemos”. Pues
mire, señora mía, yo también votaré a Podemos y al Hombre del Saco si se presentase en las listas. Me considero
ciudadano libre y ejerzo mi voluntad soberana cuando tengo ocasión, es decir,
en las urnas. Pero por mí, esa señora puede escribir lo que le venga en gana.
Nadie se lo está impidiendo y lo celebro.
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