Hoy el título parece sacado de una novela de Antonio Tabucchi. Vamos, lo que decía
ayer en mi chat “Disparando con la lupara”,
ese arma que se ha inventado Jiménez
Losantos y que no encuentro en el Diccionario
de la RAE. Según sostiene hoy un columnista diario de ABC de
Sevilla que ya me tiene hasta el moño (aunque puede seguir diciendo las
tonterías que desee, porque si le pagan por escribir chorradas, hace bien), los
titirimundis políticos son los amos del cotarro. “Sánchez -según sostiene ese genio de la columna salomónica- se ha
convertido en marioneta de Pablo
Iglesias, quien para que quede claro el respeto que le tiene a la Monarquía Constitucional
se presenta en Palacio a ver al S.M. El
Rey vestido como el camarero de Casa
Manolo, en camisa arremangada, y en cambio para acudir a cumplimentar a los
Subvencionados Titiriteros de la
Ceja en los Goya se disfraza de metre (sic) del Palace”, sostiene. (…) “Así que nosotros
debatiendo sobre el encarcelamiento de unos titiriteros de quinta contratados
por una alcaldesa de tercera, mientras los titiriteros de verdad y peligrosos
tela son otros: los que han convertido en marionetas de su ambición y sus
locuras al partido ganador, a sus votantes y, sobre todo, a la Unidad de la Patria”. A ese columnista
le recordaría, y desde aquí lo hago, que de ninguna de las maneras está en
peligro la unidad de España. Si alguien ha puesto en peligro nuestra unidad son
los corruptos que se lo han llevado crudo y que no son capaces de formar
Gobierno por tener el rechazo de casi todos los miembros de la Cámara Baja, sostengo. De
hecho, sólo hay a día de hoy un partido investigado, el Partido Popular,
también lo sostengo. Y el que desee saber por qué, que consulte las
hemerotecas. No sé si “Sánchez &
Iglesias, S. en C.” parece nombre de ferretería –como sostiene el
columnista-, de zapatería de la sevillana calle Puente y Pellón, o de
fabricante de mantecadas de Astorga. Pues nada, Burgos, a sostener la caña. Pero los votantes del PSOE y de Podemos
también merecemos respeto. Un respeto que ese columnista nos niega, sostiene
Pereira, sostengo yo y sostiene el sursum
corda, que traducido al español significa “arriba los corazones”. Por
cierto, a “S.M. EL Rey” le sobran mayúsculas, sigo sosteniendo. El jefe del
Estado merece el respeto debido, pero no es el Sumo Hacedor, al menos de
momento. “¿El padre es rey?”, “sí, padre”; “¿el hijo es rey?”, “sí, padre”…
Joder, ahora me voy al Ripalda. Ya
perdonarán, pero eso del ayuno y la abstinencia por ser Miércoles de Ceniza he ha dejado débil y ya empiezo a confundir la Unidad de la Patria (donde también
sobran mayúsculas) con los Titiriteros de
Binéfar, que sí llevan mayúsculas y hasta consiguieron el Premio Nacional
de Teatro para la Infancia
y la Juventud
en 2009, o sea.
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