Laboratorio de ideas

 

Los hosteleros están en pie de guardia esperando la llegada de los guiris para que dejen la pasta gansa en hoteles, restoranes y bares, y compren suvenires de señoras en traje rojo con faralaes, de toros negros zainos, de castañuelas, de pitos, de flautas,  de lo que sea, la cuestión es que compren,  que se los lleven a su país y los coloquen en una estantería de su personal museo del mal gusto. Sólo falta que haga efecto la inmunidad de rebaño y que las “golondrinas”, como las llaman en Barcelona, calienten motores para que les paseen por los litorales al son de las canciones de Julio Iglesias, sobre todo “Quijote”, que es la que más gusta: “Soy de aquellos que sueñan con la libertad/ capitán de un velero que no tiene mar…”, mientras el rumor de las olas les produce un sopor indefinible. Y mientras los hosteleros, como digo, esperan el maná turístico, el presidente del Gobierno ya está echando cuentas para el año 2050 con una batería de propuestas sorprendentes. Para conseguir sus propósitos ya ha buscado a un centenar de expertos en no sabemos qué cuestiones que estarán coordinados por la Oficina Nacional de Prospectiva y Estrategia. ¡Toma ya! Sánchez piensa desarrollar una economía circular y neutra en carbono. Es decir, que de ahora en adelante no pasará día sin que haya reuniones bilaterales y mesas redondas que se articularán a través de un centenar de administraciones públicas, empresas, patronales, sindicatos, universidades, think tanks (cuya traducción literal del inglés es “tanque de pensamiento”), fundaciones, oenegés, asociaciones y partidos políticos. No sé si me dejo algo. Si acaso, al doctor Franz de Copenhague. Esto va a ser la rehostia. Me da la sensación de que el inquilino de La Moncloa se ha venido arriba una vez que sabe que va a recibir de los fondos europeos 140.000 millones de euros en los próximos seis años. Si a eso añadimos que tiene previsto aumentar la presión fiscal, o sea, subir de inmediato los impuestos de IRPF, Patrimonio, Sucesiones, alcohol, tabaco y uso de autovías, miel sobre hojuelas. El “cuento de la lechera” de Sánchez se terminará como en el relato, el día que se rompa el cántaro. Pero mientras tanto comamos y bebamos, que mañana moriremos (Corintios 15:32).