lunes, 6 de septiembre de 2021

Naranjitas y limones


El columnista Alfonso Ussía contaba en uno de sus artículos de ABC (“Atupé o achupé”, 15/10 /2003) lo siguiente: “Niños de familias locales y de veraneantes se juntaban en la atardecida  [en  San Sebastián] para jugar mientras las amas hablaban de sus cosas en los bancos adyacentes a la rotonda de la Reina Cristina. Ya conocen la cantinela, que se inicia con ‘al corro de la patata /comeremos ensalada’ y finaliza con un chocante ‘atupé, atupé, sentadito me quedé’. Ahí, en el ‘atupé’, los niños se sentaban de golpe y el último en hacerlo perdía. Pero una tarde, un ama vasca dijo que no se decía ‘atupé’, sino ‘achupé’, y se armó la gorda. Rencores profundos emergieron y el compacto grupo de amas y de niños se dividió. A la tarde siguiente, los que jugaban al ‘Corro de la patata’ y decían ‘atupé’ lo hicieron en la zona de los jardines inmediata a Igueldo, y los partidarios de ‘achupé’ en las cercanías del Palacio de Miramar. Todavía hay familias que intentan recuperar la armonía perdida por culpa de aquel grave suceso. Se me ha olvidado decir que al niño o niña -seamos progresistas- que se sentaba habitualmente el primero se le tenía cierta manía. Como al pelota de la clase. Era conocido como el ‘tonto del atupé’ en la zona de Igueldo, o el ‘bobo del achupé’ en los predios de Miramar”. Hoy hace 100 años que nació en la barcelonesa  calle Aribau (donde sitúa su novela “Nada”) Carmen Laforet. Hace unos días, el pasado 28 de agosto, fue el centenario de Fernando Fernán Gómez. Algún lector podrá añadir que en  2021 también se cumple el centenario del mítico Venancio,  jugador de fútbol del Athletic. Pues sí, también.  Si les digo la verdad, me he quedado sin saber si en la cantilena “al corro de la patata se debe decir “atupé” o “achupé”. A Ussía  deberíamos preguntarle a cuál de aquellos dos grupos de chiquillos dengues pertenecía él, puesto que no sabemos si de crío y durante sus veraneos se encontraba en el grupo de la zona ajardina da de Igueldo o en el de las cercanías del Palacio de Miramar, en el monte Ayete (donde había una ermita que hubo de ser trasladada al Barrio Antiguo en 1983),  a mitad de camino entre las playas de La Concha y Ondarreta, aunque intuyo su posible respuesta.

 

No hay comentarios: